martes, 6 de marzo de 2007

Poemas

Recuerdos

Recuerdos bellos recuerdos
son los que tu rostro
han dejado en mi mente.

Simples destellos,
que en mi alma se
iluminan para recodarte.

Tu risa me ilumina,
como un foco a una casa.

Tu amor me cobija
y vivo del recuerdo
de tu ser.

Eres más que recuerdos
aferrados a mi ser,
eres el sentido de mi vida.

Eres el fuego que calienta
el corazón, con esos recuerdos
que fueron y que son.




Amiga

Tu amistad es más que escuchar
es una sonrisa, una mirada, es un abrazo...

Es detener tu tiempo para
solucionar mis problemas.

Es mantenerte despierta
en mis muchas e imaginativas
ideas.

Tu amistad es tenerme paciencia,
es decir mientes y ponerme a prueba.

Es ayudarme con tu ejemplo
y dirigirme en la niebla.

Tu amistad es lo que me hace crecer.
Es hacerme sentir bien.
Por eso amiga gracias por la
dicha, que este tiempo he disfrutado
como tu amiga.




Si

Si el sol no brillara,
y la tierra se durmiera en tinieblas.

Si el canto de los pájaros se acabará,
y el sonido fuera la nada al escucharse.

Si la soledad nos acogiera con su manto deprimido, y las hojas de los árboles fueran como navajas cortantes al caer.

Si la vida se acabará,
y el desierto aislante invadiera las montañas,

pensaría en ti primero, para compartir mis últimos momentos.




Sabes, tengo miedo

Solo pienso en lo que va a pasar,
A veces presiento lo insólito en mi ser.
Bueno, lo intuyo tal vez.
Espero que no ocurra pero es muy terrible la posibilidad,
Siento que muero y sólo se que espero en la oscuridad.

Tengo pensamientos que abruman mi caminar.
En lo más limpio siento suciedad.
Niego la posibilidad pero no la realidad.
Gozó el saber que estoy bien con mi decisión, y
Olvidó tal vez la desolación.

Merezco tener duda,
Ilusión de sentirme bien;
Endulzo el pensamiento del ayer y
Deduzco el porvenir que desate.
Olvido a mi ser pidiendo no ser pero sólo TÚ puedes cambiar la agonía de mi ser





Soñé


Una vez soñé con el bosque frío del invierno en donde la tranquilidad y el sonido del viento palpitaban por todo lo largo de su esplendor.

La mirada fija se clavaba en el riachuelo hecho por el brotar de lágrima de aquellas sábanas blancas que absorben la mirada en el brillo intenso de su ser.

Aquella imagen se impregno cuando el corcel negro apareció en la colina, donde el riachuelo corría. Su inmaculada belleza puso a temblar todos los sentidos de mi ser.

Su mirada fija y porte, que lo hacen un rey, reflejan la debilidad de su pensar y el miedo de saber que no sabe donde esta.

Mil preguntas hizo se hizo y pensó, y ninguna fue respondida. Yo lo vi y el corrió la imagen poco a poco se desvaneció haciendo de ese frío y miedo una imagen de consuelo al saber que libre estoy.





Dios

¿Qué es Dios? Me pregunte, y esto fue lo que con certeza pude afirma.

Dios es amor es el más gato recuerdo es el más doloroso también, es la lección que aprendiste de tu error es tu maestro, padre hermano y amigo es mi ser y tu ser, es la vida y la muerte; el sol la luna estrellas mar y tierra. Eso todo eso, es él.

La tenacidad, pasión, entrega, fidelidad, dignidad, lucha, esperanza, fe, Dios lo es.

La vida, mi voz, este fragmento lo es ÉL... pero lo importante no es saber lo que Dios es, por que ÉL lo es todo.





Tu belleza

La brisa sobre tu hombro, hace de ti un se titilante.

La pureza de tus ojos muestran lo dulce y tierno de tu amor.

La belleza de tus labios, dicen el fervor de tu pasión, y tu ser... ¡Dios¡ tu ser, es la cosa más bella de ti, es el aliento de esperanza, que llena el hueco de mi corazón, que da brillo a la niña de mis ojos, que cuando te ven se dilatan de amor...

Y me hace ser, ¡Tu Ser! Un ferviente amante de tu amor.







Una mirada, tu sonrisa, tú carisma,
la sencillez con la que vives,
me recuerda que estoy vivo.

La nostalgia de tus ojos,
tus labios carmesí,
me dicen que siento.

La mano que acaricia mi ser,
el tiempo que me dedicas,
me hace sentir tu amor...

Pero la forma en que vives,
lo agradecido que te sientes,
lo feliz que estas,
el valor con lo que haces todo,
me recuerda, siento y vivo por ti.





El viento pronuncia tu nombre, los árboles lo corean sin cesar.
Aman tanto tu sonrisa que gozan la nubes corriendo sin parar.

Nostalgia la noche siente, cuando sus luceros se opacan por el brillante resplandor del amanecer, es lo mismo que siento cuando tus ojos cobres miran mi rostro con ternura que solo un niño puede tener.

Y parada me encuentro disfrutando de tu cuerpo, imaginando el sentir de tu labios sangre, comprendiendo el pensamiento puro de tu ser. Retorciéndome por no tocarte y doliéndome por no tenerte en mi piel.






Un día recordé a tus ojos miel y volví a sentir.

El recuerdo de tu ser se clavo en mi cabeza e invadió el corazón destrozado de mi último desamor.

Te quise olvidar y no tienes idea, de cómo, en cada suspiro para olvidarte, te encarnabas más en mí corazón.

Te vi y te sentí tan frío, que mi cuerpo tembló al saludarte.

Sonreí y tu cara la cara de mi conquistador, esfumada se vio, por ella corría el rencor.

No te dije nada, ¿Lo recuerdas? No trate de involucrarme más de lo que el corazón lo estaba y con gritos sofocantes, con lágrimas que quemaban mi interior, con esas tristeza sofocada por la boca cerrada y los ojos abiertos que no derraman agua te fui extinguiendo, tanto como pude, tanto como el dolo me dejó.
Vuelvo a ser

Vuelvo a ser, cada vez que te veo.
Pertenezco a un mundo menos profundo que el tuyo, pero igual de complicado.

Soy pesadumbre y olvido,
soy carne fría, sin tu suspiro.
Voy volando sin rumbo y corriendo sin sendero.

Estoy perdida en el abismo de tus ojos, que hacen hiel de la miel.
Tengo frío sin tus bazos y velo tus sueños, pero sin tus besos en mis labios me desvanezco.







El sol contempla tu rostro y te acaricia el pelo.
Sentada te encuentras pensando en tu sendero.

Moldeas tu rumbo y sin pensarlo rompes esquemas.
No puedes decidirte y haces sin sentir, lo que anhelas.

No mires más allá de lo que puedes ver, contempla lo que vez y dirígete hacía allá.

No pienses en volar, cuando no haz aprendido ni a pararte.





¿Por qué?

¿Por qué aferrarme a algo que ya no puede ser?
¿Por qué conservarte en mi mente si en tus pensamientos no me encuentro?

Quisiera poder gritarte que te odio en instantes,
que agonizo cuando te miro y te alejas de mí.

Quisiera poder extraviarme en el tiempo y borrar los recuerdos sobre ti.

¿Por qué aferrarme a ti?
¿Por qué conservarte como flecha atravesada en el corazón?

¿Por qué aferrarme a ti?
¿Por qué congelarme en el tiempo matándome por dentro?

¿Por qué sentirte sin sentir?
¿Por qué suspirar sin tu presencia?
¿Por qué morir sin razón?

¿Por qué? Por ti.





Tengo miedo

Tengo miedo, de ser yo y que me derrumben.
Tengo miedo, de hablar y que no me escuchen.
Tengo miedo, de sentir y que no me sientan.

Tengo miedo del perdón.
Tengo miedo de que mis esfuerzos no den frutos.
Tengo miedo, de intentar y no lograr nada.
Tengo miedo... sí tengo miedo, de enfrentar mi futuro lo inesperado.

Pero con seguridad se que el miedo me hace ser humana, ser valiente me hace... ser.





Soy sincera

Las puertas de tu alma se abrieron para mí,
recordando la dulzura de tus labios carmesí.

Soy sincera cuando digo que ese día me enamore de ti que en la primera llamada esperando me quede y que en tus ojos me clave.

Soy sincera al hablarte y decirte que eres el sueño que soñé y a quien yo imaginé.

Soy sincera y dime tú, ¿Lo eres también?





Adiós

Vi la noche alumbrada por luces celestiales que deslumbran el horizonte embargado de soledad.

Vi la luna, cara hermosa del vació constante del velo negro que se posa sobre tu altar.

Vi tu ostro, que emanaba luz, y cuando tus labios sentí, busque un instante, un recuerdo de tu amor para que en tus brazos no sintiera la nostalgia del adiós.






Vivo

Vivo al sendero de tus pasos firmes y sonoros que reflejan tu persona en su camino.

Vivo al brillo de tus ojos, profundos como el mar y redondos como lunas.

Vivo al toque de tus manos que acarician mi cara con tanta ternura y suavidad que paralizan mi cuerpo.

Vivo por ti, contigo.






Abre mi alma

En el abismo de la juventud se cierran las puertas, altos cobres empalmados que amurallan los sentimientos en su interior.

Poco a poco se abren, sin dejar ver el esplendor de su interior.

Cierran rápido para no dejar salir todo su color, que deslumbra sin querer y sosiega al sol.

Es mi alma un cofre de plomo, impenetrable, indefenso al amor, pero caja fuerte al contacto del que ama con pasión.

Intenta abrirlo, poco a poco, no de un jalón.
Intenta entrar con tanto amor que no se cierre ese cofre de teflón.





Esperanza

Esperanza... ¿Existe la esperanza?
No me engañes con tus ojos... no me engañes con palabras dulces que someten al corazón.

Esperanza... ¿Cuál esperanza?
Si en ti confíe y mentiste, si en ti creí y renunciaste, si en te ame y me dejaste.

Esperanza... ¿Qué es la esperanza?
Tener el tiempo suficiente de esperar algo que nunca llega, tener la paciencia de escuchar de creer y que me dejes como idiota.

Pensar en que puedes cambiar y tu estúpido orgullo nuble tus ojos y no te des cuenta del daño que me haces.

Esperanza... No me hables de esperanza...

Tú, que no crees en nada,
tú, que te afanas a ti,
tú, que recriminas y no halagas,
tú quien ame y te burlaste de mí.





Soy


La luna brillaba espléndida y mi mente comenzaba a crear. Supuse que la pluma envuelta en mi mano se iba a doblega por la tan fuerte tarea que encomiendo a ella cuando escribo.

Poemas, cuentos, historias; tristes, fantásticas, que sacian mi mente e imaginación haciendo latir tan fuerte mi corazón, que muere en instantes con los personajes. Se somete y une la historia en su interior.

Mis ojos contemplan todo. “Loca” me digo pero que sería del mundo sin locos que crean historias grandiosas. Doblegan al duro y someten hasta al más difícil lector.

Escritora, principiante o tal vez fanática de las plumas no lo sé; solo contemplo y al inspirarme coordinan mano, cabeza, ojos y ser, para formar frases ingenuas, frases que lleguen a mi corazón y más que al corazón al alma entera.

Pretende despojarme de mis lazos con el papel pero es el único medio que me saca de la realidad tan absurda y sarcástica de nuestros días y de las burlas constantes que retumban en los oídos. No puedo dejar de plasmar lo que siento, lo que pienso es lo que me llena.

Recordar esos momentos son los que me hacen ser, sentir tranquilidad al tomar una pluma y una hoja de papel, como quien bebe una cerveza esperando relajarse y olvidarse del día tan pesado que tuvo.

No pretendo ser nada, solo consolarme con mis escritos y olvidar en ellos el rencor.






El sol y la nube


Yo soy el sol y tú eres la nube en quien me oculto, tú gritas mi belleza y yo me opaco al estar tras de ti.

Eres mi escudo protector, mi arma de defensa, eres mi amiga incondicional a la que no detesto.

Sin ti no tendría vida, solo me vería;
sin ti, mi luz no emanaría los tantos tonos de mi vida, no proyectaría los rayos entre ti, engrandeciendo alrededor, por un cielo tocado por Dios.

No me obstruyes, me adornas con tus palabras tan certeras, con tus cambios de humor que te hacen cambiar de forma y consistencia.

No me engrandeces por que cuando vez que mis rayos deslumbran y lastiman a la gente, te pones frente a mí cubriendo mi daño y apaciguando el sentir de grandeza.

Juntos somos la igualdad perfecta.






Te siento

En los ojos que me miran, no solo veo el mar rigiendo tu sonrisa y tus alas al pasar.

Quise verte sin pensar y uniste mis pensamientos a tus labios encendiendo a las almas y al cuerpo en su totalidad.

La creatividad de tus besos de tus manos al pasar sobre mi cara.

La sencillez de tu mirada y la fuerza de tus brazos al rodear mi cuerpo, hacen que el miedo desaparezca, que el frío retroceda y que mi ser tiemble al sonido de tu voz. Voz que me niebla y que me hace sentir con una palabra tu amor.
¿Te amo?


Rompo en silencio el cálido susurro de tu voz acechando a mi cuerpo y a mi mente en tu forma fría de tratar.

Enciendo la flama de esperanza que naciendo de una ilusión fantástica anteponiendo los recuerdos bellos y reteniendo a la realidad, monstruo de la incongruencia y del inhumano rechazo del desamor.

No te juzgo ni bien, ni mal; solo que la realidad hiere hasta los nervios.
No me antepongo a tu negativa acerca de los dos, pero sí me desgarro el alma tratando de explicar el por qué del desamor.

No cedo a la idea de que no sientas ni un nervio del alma que fue y que falló en sus intento de recomenzar.
No trato de explicar por qué pasaron así las cosas, solo trato de entender tus actos sin razón.

No trato, sólo digo que te amo y que en tus actos muere el decir, el tratar, el persistir.

Se quiebra el hilo fino que nos unía y se derroca el amor, si lo fue si lo hubo... si existió.






¿Quién soy?


La penumbra llena mi corazón, el incierto destino tiene una lucha con mi yo interior. El desafío de correr el riesgo hace a mis ojos llorar de miedo y en el silencio se escucha el cuestionar de mi mente.

¿A dónde voy? ¿Por qué vivo? ¿Cuál es mi caminar? Son peguntas que cobijan mi ser. Son la única incógnita por la que pasa el hombre y cuyas respuestas están en una dimensión distante a nuestro, a mí, entendimiento.

No soy nadie, y en mí hay muchas vidas girando entorno a mi ser. La presión agota, ¿Presión, de qué? De sentirme bastón de ellas, apoyo, a las cuales debo sostener.

Mi debilidad destroza la torre que se forma de esas almas; se cae la base y con ella toda la estructura.

No soy nadie pero al escuchar, mis oídos entienden solo gracias. Esa suave alabanza que enaltece hasta al peor hombre, esas suaves palabras que te hacen recordar lo importante de los actos hechos día con día y que a veces no los noto.

No soy nadie y al respirar, el apacible toque del viento en mi nariz, indica que vivo, ¿Para qué? Aún no lo se. Pero la búsqueda, tantos salir adelante para nada, tantas caídas superadas, tantas enfermedades curadas, no son en vano, no son un venir de peripecias para no tener nada.

No concibo el luchar contra todo para no encontrar nada. Sola estoy luchando por encontrarme, por apreciar el camino que me corresponde y aunque tantas preguntas invadan mi cabeza, las metas propuestas he de conseguir, pues tal vez el camino lo hago yo, pues tal vez los logros ya están hechos.

Lo que falta es que alguien los note y que honore lo actos, que agradezca el que viva y que note que existo, que esto y, que soy.





A mí Abuelo...


Desde hace tiempo he soñado con mi Abuelo, lo he visto enfermo sereno, tal vez clamando por un sueño que no logró.

Desde hace tiempo lloré por su abrazo, por su risa y por la dicha de sentir su amor.

Desde hace tiempo lo vi triste tal vez por el amor que no le di, pero sabes Abuelo.... Te quiero tanto que me duele no haberte hecho sentir más feliz.

Se que me querías, vete en paz por que yo te amo y en verdad siempre me tuviste a mí.

Perdón por no decirte antes, por acobardarme, por sentir que no era necesario el escuchar y decir estas palabras, pero es verdad siempre te quise y te querré.

Le pido a Dios por ti, por que un hombre tan duro, pero tan bueno llegue a Él, blando y con las ganas de vivir y la felicidad que te faltó aquí.

Abuelito, soy Anaid y esta carta es para el hombre que me hizo sentir tan feliz.






Mi viejo

Mi viejo es mi padre, un montón de cosas por hacer y pocas oportunidades para realizarlas.

Son sueños cumplidos y un poco más tirados a la basura.

Es mi vida, mi fortaleza y a veces un poco de tristeza.

Son miradas tan profundas que sin hablar se cuanto sufre, cuán alegre se encuentra, si esta orgulloso o decepcionado.

Es una palabra tan firme que la piel se paraliza y... cuando abraza es con tanto amor que dan ganas de llorar.

Mi viejo, es mi padre tan humilde con su ser...

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