martes, 6 de marzo de 2007

Cuentos

Hace mucho, pero muchos años, existía un bosque encantado, en el rincón más oculto del reino de HIN, el reino del Verde; muchos decían haber ido ahí, pero nadie lo conocía en verdad.

Se dijeron muchas cosas sobre ese bosque, como que las hadas hacían sus fiestas en los árboles cada primavera o que los duendes tenían cientos de tesoros escondidos, que existían gnomos, espíritus, etcétera, pero nadie fue tan valiente como para ir a ver si todo era cierto; y lo mejor que se hizo por parte del rey, fue dictar esta ley:

REY:-- ¡Prohíbo a todos los reyes, príncipes, nobles, caballeros y demás personas de esta tierra y de las cercanas al reino de HIN, acercarse a ese bosque, con o sin autorización!

Y por años, si no es que por siglos, esa norma se respeto, nadie entró a esas tierras encantadas, ni alma brillaba ahí; pero después de casi diez generaciones esa norma había desaparecido, no porque no existiera, si no que nadie la recordaba, y para su mala suerte ni Savón, el príncipe del reino de HIN.

Su padre, el rey Matka, era temido en todos los reinos y tenía muchos enemigos por todas las batallas ganadas, sin embargo su enemigo número uno era Kiata; el rey Kiata, para ser exactos, rey del reino AMLA que se encontraba, justo del otro lado del bosque encantado. Kiata envidiaba realmente a Matka pero nunca se enfrento a él.

Un día el príncipe Savón se encontraba descansando en lo seguro del bosque, junto al arroyo y sin esperar nada, Neúfrates, hijo de Kiata, lo tiró al arroyo. Savón gritó asustado pero Neúfrates sólo se rió:

NEÚFRATES:-- ¡Es mejor que no cruces del otro lado porque sino el bosque te come!

SAVÓN:-- (Empapado) ¡Neúfrates!, ¿Qué haces aquí?, Si tu padre o mi padre se enteran de que estuviste aquí, nos linchan.

NEÚFRATES:-- Savón, amigo, sabes que nadie nos puede encontrar aquí, además tu padre y el mío son los de los problemas.

SAVÓN:-- Pues si, tienes razón, pero mejor me voy. No quiero que te lastimen por mi culpa, Neúfrates.

NEÚFRATES:-- Si, será mejor que me vaya.

SAVÓN:-- ¡Ah! y por favor no cruces por en medio del bosque, sabes que debes darle la vuelta, es más seguro.

NEÚFRATES:-- Sí amigo, ten por seguro que así será. (Para el mismo) ¿Este bosque inseguro? De cuando acá.

Neúfrates y Savón eran grandes amigos, aunque sus padres no lo sabían pues si no los hubieran linchado a los dos, pero bueno eso era lo de menos para ellos.

Esa noche en el reino de HIN se llevó a cabo una recepción, una fiesta en honor a la llegada del Verde, la primavera, con música, disfraces y magia blanca que divertía a reyes, príncipes, princesas y demás gente invitada a esa fiesta.

Matka, el rey, daba la bienvenida; junto a él, se encontraba Savón, Astrid, princesa del reino de LUOS y prometida de Savón, y la madre de Savón llamada Aleuba.

MATKA:-- Buenas noches, espero que en verdad se consideren libres de divertirse. Cómo pueden ver la luna nos llena de su magia y tenemos al clima de nuestro lado, así... ¡que empiece la fiesta!

Y la fiesta daba inicio; la música se escuchaba en todo el palacio el cual se veía embrujado por la luz tan celestial de la luna. Savón se paraba e iba a saludar a algunos reyes, pero nunca se imaginó quien llegaría.

Disfrazado Neúfrates, comenzaba a buscar a Savón presuroso, pues le traía una noticia de suma importancia. Al llegar con Savón, Neúfrates interrumpiendo le decía casi murmurando:

NEÚFRATES:-- ¡Savón es urgente, necesitamos hablar! (Savón volteaba, desconociendo por un segundo a Neúfrates)

SAVÓN:-- (Refiriéndose a los reyes) Con permiso (Daba la vuelta y llevaba a Neúfrates a su habitación)

NEÚFRATES:-- (Exaltado) ¡Debes irte de aquí con tu papá, tu familia, y Astrid!

SAVÓN:--(Riéndose) Estas loco es la fiesta del verde, ¿cómo crees que nos debemos ir?

NEÚFRATES:-- Savón, solo vine a avisarte que mi papá va a atacar el castillo. Si no se van ahora, los acabará.

SAVÓN:-- (Sorprendido) ¡¿Qué?! ¿Cómo que tu papá nos va a atacar?

NEÚFRATES:-- Lo escuche hoy cuando llegue, después de que te vi en el arroyo, estaba hablando con el consejero y con el jefe del ejercito y dijeron que hoy cuando la luna llegue a tocar el bosque, ¡atacaran!

SAVÓN:-- Neúfrates es mejor que te vayas, yo avisare a mi...

(En el sótano de la casa)

DARA:-- ¡Siaris, Ariadna vengan a comer!

ARIADNA:-- ¡Dara ven sube rápido! (Dara subía al sótano y veía que estaban sacando y viendo las cosas que ahí había)

SIARIS:-- Mira Dara, hay muchas cosas hermosas y este cuento esta... fenomenal.

DARA:-- Si hombre, pero vamos a comer, nos está esperando la Abuela. (Ariadna abría un baúl y sacaba un vestido blanco, parecido al de una princesa o algo parecido)
ARIADNA:-- Miren que hermoso vestido. (Siaris en ese momento tenía un libro en las manos, el cuento que estaba leyendo, cuando Ariadna les decía del vestido, un fuerte viento de no se donde comenzaba a hacer corriente abriendo el libro. Siaris se quedaba estática. Asustada comentaba a las chicas)

SIARIS:--¡Miren que sucede!

DARA:-- ¿Qué miro?

SIARIS:-- ¡El libro se abrió, cuando Ariadna nos mostró el vestido!

ARIADNA:-- Estas loca, lo que necesitas es comer por que ya estas alucinando del hambre.

SIARIS:-- ¡No!, Cuando mencionaste lo hermoso del... (el libro se comenzaba a abrir otra vez por la corriente) vestido. (Siaris soltaba el libro y todas se quedaban asombradas de lo que habían visto. Cuando Dara lo iba a agarrar su Abuela les hablaba)

ABUELA:-- ¡Hijas vengan a comer! (Dara agarraba el libro, Ariadna soltaba el vestido y las tres bajaban corriendo al comedor, al llegar al comedor, Dara ponía el libro sobre la mesa y su Abuela les preguntaba mientras se sentaban las cuatro)

ABUELA:-- Y... ¿Qué hicieron allá arriba? (Las tres se volteaban a ver y Siaris les decía con una seña que no hablaran) ¡Ah! Por lo visto algo muy interesante, ya que no me quieren decir.

SIARIS:-- No Abuela, solo que... nos paso algo muy pero muy extraño allá arriba.

ABUELA:-- ¿Y podría saber que fue?

SIARIS:-- Abue, ¿Es tuyo este libro? (Mostrándole el libro)

ABUELA:-- Sí, ¿Por qué la pregunta?. Saben, muchas de las cosas que están allá arriba son mías.

SIARIS:-- Abue y tu leíste este libro alguna vez.

ARIADNA:-- Si Abue, ¿Tú lo leíste alguna vez?

ABUELA: -- (Viendo el libro) Si, solo una vez, cuando me lo dieron.

DARA:-- Y... ¿Te pasó algo extraño, o algo por el estilo?

ABUELA:-- No, claro que no hija. ¿Por qué, a ustedes sí?

SIARIS:-- No, no, por nada. Solo era mera curiosidad. (Para ella y las chicas), Además tal ves fue el viento quien lo abrió.

ABUELA:-- (Viéndolas como si supiera de que hablaban) ¿Decían algo hijas?

DARA:-- No Abue.

(En la noche en el cuarto, Ariadna les preguntaba)

ARIADNA:-- (Doblando su ropa y guardándola en la maleta) Oigan... ¿sus papás cuando nos van a ver en Inglaterra?

DARA:-- En realidad... no se, no me acuerdo,... pero creo que dentro de unas semanas.

SIARIS:--(Buscando algo) ¿Alguien agarro el libro?

ARIADNA Y DARA:-- ¡No!

SIARIS: Es que no lo tengo. (Empezaban a buscarlo, entre las cosas y las cobijas y de repente se abría la puerta. Ellas se quedaban quietas y entraba la Abuela al cuarto)

ARIADNA:-- Abuela nos espantaste.

ABUELA:-- Perdón hijas pero, encontré esto allá abajo. (Mostraba el libro) Saben, ver este libro me recordó que hace mucho tiempo que no veo lo que tengo allá arriba, ¿Quieren acompañarme? (Las tres se paraban de las camas y subían rápido, la Abuela les gritaba) ¡No tan rápido!. (Cuando llegaba la abuela al sótano, veía que estaban sacando cosas de los baúles que tenía ahí) No, no, dejen que yo se los muestre...¡¿Si?! (Las chicas se acercaban y se sentaban formando un circulo) Hijas a sido grandioso tenerlas aquí estos días.

DARA:-- Abue, no nos hagas llorar.

ABUELA:-- (Riéndose) Esta bien. Saben hace rato cuando me mostraron el libro, les dije que nada extraño me había pasado...

ARIADNA:-- Si Abue.

ABUELA:-- Pero estuve pensando y... cuando me dieron este libro, me dijeron algo muy extraño.(Ponía el libro en medio del circulo que estaban formando) Cuando me dieron este libro, yo tenía mas o menos su edad y me encontraba en Inglaterra.

ARIADNA:-- ¿Y por qué te lo dieron, Abue?

ABUELA:-- Era mi cumpleaños y este libro fue uno de mis regalos.

SIARIS:-- ¿Un cuento para niños Abue?

ABUELA:-- No, una historia de verdad. La persona que me lo dio me dijo “Ten, este libro parecerá muy ridículo, pero hay que tener cuidado con él”.

DARA:-- ¿Cuidado con que?
ABUELA:-- Me dijo que la historia era real y que solo personas muy especiales la podían cambiar, y menciono algo sobre el ser la reencarnación de alguien.

SIARIS:-- Cambiarla Abuela, ¿A qué? (Con tono burlón) a oro.

ABUELA:-- No Siaris. ¿Ustedes ya leyeron el libro?

ARIADNA:-- No Abue, creo que solo Siaris lo leyó.

SIARIS:-- Pero solo leí una parte.

ABUELA:-- Pues entonces se los voy a leer y después les diré a que tienen que cambiar esta historia. ¿Esta bien?, Voy a comenzar... “Hace mucho, pero muchos años, existía un bosque encantado, en el rincón más oculto del reino de HIN, el reino del Verde; muchos decían haber ido ahí, pero nadie lo conocía en verdad...” (Después de unos minutos llegaba a la parte en que Siaris se había quedado al comenzar a leer la historia)

NEÚFRATES:-- Lo escuche hoy cuando llegue, después de que te vi en el arroyo , estaba hablando con el consejero y con el jefe del ejercito y dijeron que hoy cuando la luna llegue a tocar el bosque, ¡atacaran!

SAVÓN:-- Neúfrates es mejor que te vayas, yo avisaré a mi papá para que prepare las tropas.

NEÚFRATES:-- Amigo, tal vez nunca nos volveremos a ver.

SAVÓN:-- Claro que nos volveremos a ver, tu ten esperanza. Ahora vete.

ABUELA:-- Neúfrates se iba presuroso al bosque para estar con su padre y que no sospechará nada del aviso que había dado al reino de Hin, mientras que el príncipe Savón iba a avisarle a su padre. Savón buscaba por todo el palacio hasta que lo encontraba en el salón de baile.

SAVÓN:-- (Diciéndolo en el oído de su padre) Padre el rey Kiata nos atacará esta noche.

ABUELA:--Su padre lo volteaba a ver incrédulo y se levantaba inmediatamente de su asiento para ir a otro cuarto más seguro. Al entrar al cuarto el rey Matka se alteraba.

MATKA:-- (Preocupado) Savón ¿como sabes tú de este ataque?

SAVÓN:-- Por favor papá, no lo preguntes, solo créeme. Está esperando a que la luna toque el bosque para que ataquen sus tropas.

MATKA:-- Savón ¿sabes lo que me estas diciendo? No es un juego.

SAVÓN:-- Padre, yo no te mentiría y menos en una cosa como esta.

MATKA:-- Esta bien Savón, quiero que te vayas con tu madre y Astrid, yo me ocupare de esto.

SAVÓN:-- Pero padre...

MATKA:-- Savón... ¡Lárgate! (Dara interrumpe a su Abuela)

DARA:-- Pero... y las bodas; ¿Por qué tan rápido la guerra Abue? ¿Qué Savón no se iba a casar con Astrid?, ¿Por qué no la rapta o yo que sé?

ABUELA:-- Dara, si no me dejas terminar no sabrás que va a pasar.

DARA:-- Perdón, perdón, entonces continua.

ABUELA:-- Bueno pues continuare. “Savón se iba, le advertía a su madre y a Astrid y le decía a los guardias que se las llevaran lejos y empezaran a evacuar, sin que nadie se enterará en el palacio.

Después de hace esto, iba al bosque a buscar a Neúfrates, pero nunca imaginó lo que le iba a pasar.

Al llegar al arroyo, Savón comenzó a escuchar ruidos, por lo que empezó a caminar muy lenta y silenciosamente; después de un rato caminando hacia el interior del bosque comenzó a escuchar cada vez más y más cerca los ruidos que en momentos llegaban hasta lo más profundo de sus huesos y siguió caminando hasta ver una luz. Se cubrió atrás de un árbol y conmocionado de ver lo que ahí se encontraba se paralizo.

Los árboles formaban un círculo alrededor de un arroyo que de ser agua limpia, al precipitare por una pequeña caída, se convertía en lodo. De repente Savón reaccionaba por un grito atemorizante que helaba todo su interior, se acercaba más pues no veía quienes estaban ahí.”

DARA:-- ¡Ah! Me choca cuando repiten y repiten y no dicen nada, absolutamente nada. (La Abuela la volteaba a ver)

ARIADNA:--Si Abue, si va a seguir así, mejor nos vamos a dormir el avión sale a las 7 de la mañana ya es tarde, además, como dijo Dara ¿y las princesas, o las bodas donde quedaron?, Un cuento no es cuento si no hay bodas y princesas.

ABUELA:-- Si no me dejan continuar, como van a saber donde están las princesas o porque son tan repetitivos, ¿haber díganme?

SIARIS:--Si, dejen terminar de contarlo y luego hablamos. (La Abuela las veía y acentuaba con la cabeza)

ABUELA:-- Bueno entonces... “Al ver a la persona, se caía haciendo ruido, Savón se quedaba callado, pero cada vez se escuchaban unos pasos más y más cerca. De pronto los pasos se detenían y poco a poco Savón alzaba la cabeza, frente a él se encontraba Rasec, un mago cuya aurora y magia eran negras.”

RASEC:-- Savón, te estábamos esperando, ¿verdad Neúfrates?

ABUELA:--Neúfrates se encontraba sujetado y flotando por la magia de Rasec. Este cerraba su mano derecha y Savón comenzaba a levantarse como si lo tuvieran por el cuello. Rasec caminaba hacia Neúfrates y Savón lo seguía flotando.

(Sin poder casi hablar por la fuerza de la magia de Rasec, Neúfrates le decía a Savón.)

NEÚFRATES:-- Savón, perdóname no quise que todo esto te involucrara a ti.

ABUELA:-- Savón confundido, por no entender lo que trataba de decir Neúfrates, lo veía tratando de no odiarlo.

RASEC:-- Déjense de sentimentalismos. (Apretaba más el cuerpo de Neúfrates para que ya no pudiera seguir hablando)

NEÚFRATES:-- (Con dificultad) Savón te juro que yo no sabía de esto.

SAVÓN:-- ¿Saber que?

RASEC:-- Saber esto mi querido Savón.

ABUELA:-- Rasec les daba la vuelta poniéndolos justo en el charco de lodo que se estaba haciendo y subiendo sus manos los dejaba caer, Savón y Neúfrates gritaban despavoridos mientras caían. Ya en el lodo veían que comenzaba a burbujear por lo que Savón y Neúfrates caminaban para atrás pues no sabían el por que de las burbujas. De pronto del lodo comenzaban a salir unas lapidas que no tenían epitafio. Los dos se quedaban paralizados viéndolas sin decir una sola palabra.

RASEC:-- Pero no se asusten no les dolerá.

ABUELA:-- La luna llegaba al bosque y las cornetas sonaban para comenzar el combate. Los caballos se oían galopar a lo lejos y cada vez se sentía más cerca a la muerte.

SAVÓN:--Rasec no se que es lo que debo saber con las criptas, si me lo explicas.

RASEC:-- ¡Inútil!, Los mataré a ustedes y a sus padres, ¿qué tan difícil es comprender eso?

SAVÓN:-- ¿Qué?

RASEC:-- Me quedaré con tu reino Savón y con el tuyo también Neúfrates, se imaginan Hin y Amla juntos.

NEÚFRATES:-- Eres tonto o que. Si nos matas nuestras madres se quedarán en el trono y tú no sabes dónde se encuentran.

RASEC:-- (Dándoles la espalda) Pues... te tengo una gran sorpresa. (Antes de voltear a donde estaban ellos) Te recuerdo a alguien.

NEÚFRATES:-- No, eso no puede ser, ¡¿COB!? ¡Eres un desgraciado, infeliz!, Y pensar que mi padre te puso como su consejero y no era más que un simple engaño, pero te voy a dar tu merecido.

ABUELA:-- Neúfrates desenvainaba su espada y la dirigía a Rasec, el cual lo aventaba hacia unas rocas que se encontraban junto al arroyo.

RASEC:-- Todo lo que se puede hacer con magia. Lamentablemente todo está finamente planeado y ustedes no lo echarán a perder.

SAVÓN:-- Pero por qué nosotros, sabes que nunca te haríamos algo así...

RASEC:-- Pero sus padre si lo hicieron e hicieron mal, muy mal, pero yo lo merecía más que ustedes, ¡más que sus padres! Que solo son unos ladrones con suerte.

NEÚFRATES:-- (Parándose con dificultad) Pero de que hablas si nosotros nunca hemos hecho algo así y menos nuestros padres.

RASEC:-- Ya te dije, sus padres si lo hicieron, ellos me quitaron lo que me correspondía, lo que habíamos acordado.

SAVÓN:-- ¿Los reinos? No ¡no puede ser! ¿Son tuyos?

NEÚFRATES:-- Savón mira las criptas.

ABUELA:-- Eran cientos de criptas y en cada una iba apareciendo el nombre de cada uno de los soldados caídos en batalla.

RASEC:-- Y aún hay más...

ABUELA:-- Rasec dirigía su mano hacia unos árboles y la princesa Astrid salía por detrás de ellos. Flotando y con un pañuelo en la boca, Astrid se veía temerosa y veía a su amado Savón como pidiendo ayuda.

SAVÓN:-- ¡No puede ser, Astrid! ¿Qué diablos te hizo ella para que la tengas aquí?

RASEC:-- Pues miren, sus padres mataron a Ileine mi esposa y a Artax mi hijo y por tus padres ya cobre venganza (Señalaba las criptas y en dos aparecían los nombres de sus padres)

NEÚFRATES:-- ¡Maldito!, ¿No te basta con la muerte de mis padres?, Para que el sufrimiento de tantas familias, con la muerte de estos soldados.

RASEC:-- Me quitaron todo lo que tenía, lo que amaba y yo les estoy quitando lo mismo, ahora solo faltan ustedes malditos. Así que Savón... si yo no fui feliz...

ABUELA:-- Rasec sacaba un puñal de su capa y volteando la dirigía al corazón de Astrid. Savón desesperado gritaba que “no lo hiciera” y corría hacía ella para tratar de impedirlo pero ya era muy tarde. Astrid caía sobre la tierra agonizando.

SAVÓN:-- (Quitándole el pañuelo) Astrid, ¿qué he hecho?, lo siento tanto amor.

ASTRID:-- (Sin aire) ¡Savón¡ no te alejes.

SAVÓN:-- ¡Astrid!

ASTRID:-- Yo te buscare a donde quiera que te encuentres.

SAVÓN:-- ¡No Astrid! Por favor quédate conmigo.

ABUELA;-- Savón desconsolado pero furioso se ponía de pie y le decía a Neúfrates y a Rasec...

DARA:--¡Que cuento más cruel! Nunca pensé que fuera a terminar así.

ARIADNA:-- ¡Si!... ¿cómo es posible que maten a la princesa? No que los buenos siempre ganan.

SIARIS:-- Si no dejan de hablar las voy a golpear, el cuento no a terminado así que dejen que la Abuela continué. (La Abuela solo las veía y continuaba)

SAVÓN:-- ¡Yo no voy a morir por causa de mi padre! Y si lo hago va a ser luchando con honor y valor.

ABUELA:-- Savón corría hacia Rasec con el puñal que él había utilizado para quitarle la vida a Astrid, pero su intento era fallido, pues Neúfrates corría detrás de él para detenerlo.

NEÚFRATES:-- ¡No!, no lo hagas Savón. Sabes bien que no vas a acabar con él, por favor Savón no lo hagas.

SAVÓN:-- Aléjate de mí, no ves que mató a Astrid y a nuestros padres...

ABUELA:-- Mientras Savón y Neúfrates discutían, y Rasec planeaba la muerte de los dos, algo salía por detrás de los árboles; una luz que iluminaba todo. Ellos no la veían pues solo se llevaban a las almas que se fueran a quedar en el bosque.

La luz comenzaba a bajar justo encima de Astrid y cuando llegaba a ella se podía distinguir bien que era. Eran las hadas del bosque que juntaban las almas de las personas perecidas en él para que pudieran vivir en la vida de otra persona. De pronto Rasec reaccionaba a lo que estaban haciendo Savón y Neúfrates.

RASEC:-- ¡Si eso es!, dolor, sienten dolor ¡pero no es suficiente!, su muerte lo será, lenta y dolorosa como lo planee toda mi vida...

ABUELA:-- Mientras que las hadas se llevaban el alma de Astrid, por detrás de Rasec aparecía un soldado del ejercito de Hin y le decía con su dedo a Neúfrates y a Savón que no hicieran nada.
RASEC:-- Este momento lo he esperado siempre y ahora... ¡morirán!

ABUELA:-- Rasec alzaba las manos y enseguida se escuchaba un trueno y comenzaba a decir un hechizo para matarlos, pero el soldado se acercaba cada vez más a Rasec, cuando éste bajaba sus manos, el soldado se detenía impresionado, pues Neúfrates y Savón comenzaban a elevarse.

SAVÓN:-- (Nervioso) Nunca podrás vencernos.

RASEC:-- (Murmurando) No estén tan seguros.

ABUELA:-- Cuando estaban a tres o cuatro metros sobre el suelo Rasec los aventaba contra unos árboles. Al caer Savón buscaba al soldado y le decía con señas que no matara a Rasec.

NEÚFRATES:--(Sin aire) Eres un tonto Rasec, no sabes que esto es lo que queremos. (Se caía de rodillas junto al lodo)

RASEC:-- ¡¿Qué!?... eso no me importa, lo único que quiero es vengarme.

NEÚFRATES:-- Si lo se, pero eso es lo que queremos, que nos mates. Hazlo, ¡mátanos! , si eso es lo que quieres,¡hazlo ya!.

ABUELA:-- Savón jalaba a Neúfrates tratando de callarlo.

SAVÓN:-- (Parándose lentamente y adolorido decía susurrando a Neúfrates) No, no lo hagas, nos va a matar y lo podemos vencer.

NEÚFRATES:-- No lo entiendes, mató a nuestros padres y mató a Astrid, para que sufrir más si eso es lo que quiere, sabes yo ya no quiero sufrir. (Volteando a ver a Rasec gritaba firme) ¡Rasec, mátame, hazlo ya!

RASEC:-- (Pensando por unos segundos) Neúfrates hasta que piensas. Es la mejor idea que has tenido en tu vida.

ABUELA:-- El soldado desenvainaba su espada y cuando estaba a punto de llegar a Rasec, este se volteaba y lo amenazaba.

RASEC:-- Soldadito, soldadito. Eres un tonto, crees que no me di cuenta, tu Señor es muy obvio, ahora tendrás que morir tu también...

ABUELA:-- Rasec giraba la espada hacia el soldado con su magia y el soldado se quedaba inmóvil al ver su destino frente a él. A punto de encajarla en la yugular del soldado Rasec se detenía al escuchar hablar a Savón.

SAVÓN:-- ¡Te maldigo Rasec!. Sí, se que nos vas a acabar y se que tú ganarás, pero yo príncipe del reino de Hin, te maldigo.

ABUELA:-- Rasec se quedaba anonadado por lo que estaba diciendo Savón, pues las maldiciones dichas en el bosque encantado se cumplían, claro que eso no lo sabía Savón pero continuaba maldiciéndolo, mientras que Rasec cada vez se ponía más nervioso.

SAVÓN:-- Y si yo sufro, tu sufres conmigo Rasec.

ABUELA:-- Rasec bajaba la espada y comenzaba a reír nervioso sin demostrar que tenía miedo de lo que estaba diciendo Savón. El caballero todavía no se movía y ahora se encontraba de rodillas.

RASEC:-- Por favor Savón, tú y cuantos más.

NEÚFRATES:-- (Dando un paso adelante) Yo... (tragaba saliva para poder continuar) yo Neúfrates, príncipe y ahora rey de Amla te maldigo.

RASEC:-- (Viendo a Neúfrates) Por favor, no pensé que fueras tan tonto como tu amigo... ¿por lo menos sabes que haces?, ¿Sabes algo de hechizos o magia?.

NEÚFRATES:-- No, pero no necesito saber nada.

ABUELA:-- Savón sorprendido veía a Neúfrates y creyendo en la firmeza de su amigo continuaba.

SAVÓN:-- (Sin aliento) Ni en mi reino...

NEÚFRATES:-- Ni en Amla...

SAVÓN:-- Podrán tu y tu alma descansar...

NEÚFRATES:-- Tu alma llorará, caminará y mendigará por siglos...

SAVÓN:-- Y solo en este bosque, en la soledad...

NEÚFRATES:-- Tu cuerpo y alma podrán estar...

SAVÓN:-- Si sufrimos, tu sufres...

NEÚFRATES:-- Si morimos, tu mueres...

SAVÓN:-- Y solo que el amor llegue a este lugar...

NEÚFRATES:-- Tu odio desatado, revivirá a los amados...

SAVÓN:-- Y tu muerte por los vivos, al fin se dará.

RASEC:-- Por favor... y tengo que ponerme a llorar, no son más que unos idiotas.

ABUELA:-- Rasec alzaba sus manos y un rayo caía en medio de dos criptas sin epitafio que esperaban a Neúfrates y a Savón. El suelo se comenzaba a abrir alejando a Savón y a Neúfrates. Rasec estiraba la mano y magia negra salía de él disparada hacia el corazón de Neúfrates que quedaba tirado en el lodo.

El soldado al verlo herido se hincaba como a orar, sus ojos se cerraban y después de unos segundos de detrás de los árboles una luz golpeaba a Rasec tirándolo. Savón corría hacia la espada para acabar con Rasec, pero al ver esto, Rasec iba por ella también, el soldado llamado Xar seguía hincado y Rasec y Savón llegaban a la espada Comenzaban a pelear por ella pero de pronto salía un rayo de ella que paralizaba a los dos por unos instantes.

De la cripta que tenía inscrito el nombre de Astrid, salía una luz que pegaba en el corazón de Rasec matándolo al instante. Astrid despertaba por unos segundos, como si le hubieran dado nuevo aliento, al verla Savón, se levantaba impactado y corría hacia donde ella se encontraba. Neúfrates se levantaba sin tener ninguna herida e impactado veía a Savón y a Astrid.

NEÚFRATES:-- Savón, no estaba muerta solo dormida. ¡¿La maldición?! Solo buscaba en ti el amor que la pudiera despertar...

ABUELA:-- Savón la veía confundido y unos segundos después veía a Neúfrates sin entender lo que había dicho.

SAVÓN:-- ¿Qué significa eso Neúfrates?

NEÚFRATES:-- Que solo tú la puedes mantener viva.

ABUELA:-- Xar abría los ojos y se paraba, corría hacia Savón, su rey, y se postraba ante él...

XAR:-- Señor deben salir del bosque inmediatamente...

SAVÓN:-- (Viéndolo sin saber el por que) Pero primero la tengo que despertar.

XAR:-- Señor las hadas han sido buenas, prestaron la vida a su amigo otra vez y también a su amada, pero ustedes hicieron una maldición en este bosque y...

SAVÓN:-- ¿¡Qué!?

XAR:-- Y si no salen de aquí los tres morirán.

NEÚFRATES:-- Pero... no puede ser posible.

ABUELA:-- Savón iba por Astrid, pero ninguno de los tres se daba cuenta de que Rasec se comenzaba a levantar. Savón al dar la vuelta, con Astrid en las manos, veía a Rasec de pie, impactado Savón comenzaba a caminar para atrás.
Xar corría y desenvainaba su espada tratando de matarlo, pero Rasec enojado le quitaba su espada con magia y hacia que fuera hacia él, lo sujetaba por el cuello y no lo soltaba hasta ver que estaba muerto. Neúfrates y Savón se quedaban paralizados por lo que habían visto pero Rasec no se compadecía y comenzaba a decir unas palabras en lengua muerta.

Astrid comenzaba a despertar y al oír a Rasec hablar, no hacia ningún movimiento. Neúfrates y Savón comenzaban a debilitarse.

RASEC:-- Pero si muero no podrán salir de este bosque, se quedarán aquí cuidando a las víboras de este lugar hasta que nos pudramos juntos...

ASTRID:-- (Murmurando) Nadie muere sin permiso; hadas, gnomos, espíritus de este bosque, si es verdad que existen y que pueden lograr reencarnar a las almas perecidas en este lugar, hagan que en otra vida se consolide el amor que hoy calló y que el mal sea vencido por los otros que nuestra vida tomarán.

ABUELA:-- Al terminar Astrid ésta petición Savón, Neúfrates y ella caían muertos, Rasec comenzaba a reír por que el plan que por tanto tiempo había esperado realizar, había salido a la perfección, pero lo que él no recordaba era que todo conjuro hecho en el bosque se convertía en realidad y que Savón y Neúfrates lo había confinado a morir con ellos, así que...

SIARIS:-- ¡Abuela termina el cuento ya!

ARIADNA:-- ¡Sí Abue, ya termina por favor!

ABUELA:-- Esta bien. Segundos después de que Neúfrates, Savón y Astrid murieran las hadas salieron de entre los árboles para tomar el alma y vida de Rasec. Desde entonces nadie recuerda nada de ese día, pero las almas de los perecidos en ese bosque siguen vivas, buscando en quien poder reencarnar. FIN.

DARA:-- ¡Que hermoso cuento!, Pero Abue... ¿qué tiene de especial?

ABUELA:-- ¿Cómo que, que tiene de especial?

ARIADNA:-- Sí Abue, tú dijiste que solo alguien muy especial lo podría cambiar.

SIARIS:-- Sí ..., bueno ahora entiendo lo de la reencarnación, pero eso de que era real, y que alguien muy especial lo podría cambiar, ¡No!.

DARA:-- No puede ser real. Además cuando se ha visto algo así, ningún científico puede comprobar que las almas pueden reencarnar, ni siquiera saben si tenemos vida antes de nacer o después de morir.

ABUELA:-- Pues tal ves los científicos no, pero ya saben lo que dicen otras personas de las almas...

SIARIS:-- No... ¿que dicen?

ABUELA:-- Que son prestadas a otras personas para que puedan nacer, y que en estas nuevas vidas puedan realizar algunas cosas que no pudieron hacer en su otra vida.

ARIADNA:-- Pues parece algo lógico.
DARA:-- Oye Abue... ¿pero sí....?

ABUELA:-- Ya no más preguntas, es la una de la mañana y ustedes salen muy temprano, así que vamos a dormir.

SIARIS:-- Una última pregunta Abue, antes de que me vaya a dormir, ¡¿sí?! (La Abuela la miraba pensando su respuesta. Mientras que Dara y Ariadna se levantaban la Abuela afirmaba con la cabeza para que Siaris preguntara) ¿Este vestido de quién es?

ABUELA:-- (Sorprendida veía el vestido que las chicas habían visto por la tarde) Pues ahora es tuyo.

SIARIS:-- ¿Abue, o sea que era tuy...?

ABUELA:--Dijiste última pregunta, a sí que... guarda silencio. (Volteaba hacia un baúl, caminaba hacía él y lo abría. De su interior sacaba otros vestidos uno azul como el cielo, y otro de color lila parecidos a los que describen en los cuentos) Ariadna este vestido es tuyo, (le daba el azul) y Dara este otro es para ti (le daba el lila) Estaba esperando una ocasión muy especial para dárselos, así que...

ARIADNA:-- Abuela nos vas a hacer llorar...

ABUELA:-- No, no, no. Es solo que pienso que les van a servir mucho en Inglaterra, ya saben las fiestas, entre otras cosas. (Después de tan sólo cuatro horas de dormir Dara, se levantaba furiosa por el ruido ensordecedor del despertador y de un golpe lo apagaba. Levantaba a Siaris y a Ariadna, y se metía a bañar.

Al estar listas, las tres bajaban a desayunar, al entrar al comedor, veían que el desayuno estaba servido y que la Abuela las estaba esperando.)

ARIADNA:-- Que rico desayuno.

ABUELA:-- Gracias hija lo hice sólo por que me caen bien. (Las cuatro comenzaban a reír)

DARA:-- Pues que bueno que te caemos bien, pero hay que darnos prisa por que si no el avión nos deja. (Después de desayunar y hacer los últimos arreglos para irse de viaje)

ABUELA:-- ¡Ya llego el taxi!

SIARIS:-- Ya vamos Abue. (Cuando salían del cuarto, la Abuela las abrazaba muy fuerte, mientras el chofer del taxi sonaba el claxon. Siaris abría la puerta y el taxista se acercaba a la puerta para subir las maletas.)

ABUELA:-- (Se despedía de Ariadna y Dara, y cuando se acercaba a Siaris le decía) Siaris cuídate mucho y cuídalas a ellas, por favor.

SIARIS:-- (Desconcertada) Sí Abue, pero tú cuídate más. (Abrazaba a la abuela y le daba su beso)

ABUELA:-- (Mientras Siaris se subía al carro) Cuídense mucho hijas, adiós. (El taxi se arrancaba. La Abuela volteaba al ciela y suspiraba) Por favor cuídalas, no las dejes solas.

(En el avión)

ARIADNA:-- (Misteriosa) Chicas imagínense si nosotras fuéramos la reencarnación de...sólo imagínense que el cuento fuera en verdad, real.

DARA:-- (Burlándose) Cálmate, creo que el vuelo te esta afectando mucho.

SIARIS:-- (Bromeando) Si, en verdad te afecto.

ARIADNA:-- Por eso solo decía que se imaginaran.

DARA:-- Pues si en verdad fuera real, me encantaría ser Astrid. La princesa del cuento, que chido no...

SIARIS:-- Yo creo que de princesa no serviría.

DARA:-- Entonces... ¿que te gusto más del cuento?

SIARIS:-- Pues me imagine a Savón, y me gusto mucho, pero lo que más me gustó fue el bosque.

DARA:-- Pero si el bosque ni lo viste... además no tiene mucha importancia.

SIARIS:-- Tal ves por eso, por que al parecer no es muy importante, pero es en donde pasa todo lo emocionante.

ARIADNA:-- Pues las voy a interrumpir para contarles lo que a mí me gusto más.

SIARIS Y DARA:-- Sí.

ARIADNA:-- Pues Neúfrates fue lo que me gusto más, el amigo fiel. (Seguían discutiendo por un tiempo y después se quedaban dormidas, hasta que aterrizaba el avión. Salían a recoger las maletas, y después comenzaban a buscar a la persona que las iba a llevar al hotel. Un rato después, un joven muy apuesto llegaba y mostraba una pancarta con el nombre del hotel “PALACE”, las chicas se acercaban a preguntar)

MUCHACHO:-- (Nervioso) ¿Ustedes son?

ARIADNA:-- ¿Así que... tu nos vas a llevar al hotel Palace?

MUCHACHO:-- Síp. Bueno siempre y cuando ustedes sean las señoritas Litelman.

SIARIS:-- Sí, somos nosotras.

MUCHACHO:-- Síganme por favor. Mandare por sus maletas. (Le hablaba a unas personas para que llevaran las maletas hacia donde las esperaba el transporte. Cuando llegaban a él, veían sorprendidas que no era cualquier transporte, sino una carroza)

SIARIS:-- ¡Como un cuento!

ARIADNA:-- (Mientras se subían a la carroza) ¡Hay no, si de por si estoy traumada con el cuento...!

DARA:-- Bueno por lo menos esto tiene algo de realidad, y no fantasía. (Cuando llegaba al hotel subían a su habitación, el muchacho que las había traído llevaba unas de sus maletas, mientras otras personas traían lo demás. Entraban a su habitación y Dara y Ariadna, comenzaban a admirar el cuarto. Siaris las veía y se volteaba a decirles donde pusieran las cosas)

SIARIS:-- Por favor aquí deja las maletas..., nosotras nos encargaremos de lo demás. (Las personas se salían y el muchacho se quedaba parado en la puerta viendo como Siaris trataba de mover las maletas)

MUCHACHO:-- La puedo ayudar en algo más.

SIARIS:-- No, gracias... (Tratando de indagar su nombre)

MUCHACHO:-- ¡Hay perdón, señorita no me presente, me llamo Elías!

SIARIS:-- Mucho gusto, yo soy Siaris, aquí tienes. (Le daba la propina)

ELÍAS:-- Con permiso señorita.

SIARIS:-- No me diga señorita, dígame Siaris. ¡¿Sí?!

ELÍAS:-- Claro, siempre y cuando no me diga Elías y no me hable de usted.

SIARIS:-- Está bien Elías. (Elías sonreía y daba unos pasos, después se detenía)

ELÍAS:-- !Ah¡ y si necesitas algo Siaris, (Nervioso y tratando de corregir) , perdón si necesitan algo, no duden en pedírmelo, ¿está bien?

SIARIS:-- Sí, muchas gracias Elías, hasta luego. (Cerraba la puerta y daba media vuelta para comenzar a acomodar las cosas, cuando veía que Ariadna y Dara la estaban esperando en la cama inquietas)

DARA:-- Haber Siaris, cuéntanos ¿que paso?

SIARIS:-- (Desconcertada) Saben me gusto este lugar.

ARIADNA:-- No Siaris, no nos cambies el tema.

DARA:-- El chavo esta guapo, que digo, guapísimo, así que no dejes pasar está oportunidad.

ARIADNA:-- Sí, acuérdate que tienes solo unas semanas, además con esos ojos azules, esa boca tan linda...

DARA:-- ¡Hay ya cállate por que se me va a antojar!

SIARIS:--¡Ya guarden silencio! No paso nada, solamente me dijo su nombre y que si necesitábamos algo le habláramos a él.

ARIADNA:-- !Hay sí como no¡

SIARIS:-- Enserio, yo nunca miento...

DARA:-- (Comenzaban a reír) Cálmate... (Comenzaban a platicar, mientras desempacaban)

(En la noche)

ARIADNA:-- Oigan vamos a conocer esta ciudad, ¿o que, nos vamos a quedar aquí toda la noche?

DARA:-- No. Si ya están listan pues vámonos.

ARIADNA:-- Yo ya estoy lista desde que llegue, ¿tú Siaris?

SIARIS:-- Sí vámonos. (Salían del hotel y se iban a divertir un rato. A la mañana siguiente)

SIARIS:--(Dormitando) Dara, tocan en la puerta.

DARA:-- (Hace un esfuerzo y se levanta en pijama) ¿Quién? (Abre la puerta)

MUCHACHO:-- Buenos días, me llamo Omar, (La observaba con curiosidad por la pijama que llevaba) perdón por despertarte, pero... me mandaron a recordarles que su clase comienza a las nueve.

DARA:-- ¿Clase? ¿Qué clase?

OMAR:-- Perdón, ¿aquí se hospedan las señoritas Siaris, Dara y Ariadna Litelman?

DARA:-- Sí, somos nosotras. Pero no pedimos ninguna clase.

OMAR:-- Bueno la firma es de alguien llamado Joseph Litelman,... creo que él las inscribió.

DARA:-- (Molesta) ¡Hay papá! Perdón es que mi papá no nos mencionó nada de esto, pero ahí estaremos. (Omar se comenzaba a retirar) Oye por cierto... ¿de qué son las clases?

OMAR:-- ¿Perdón?

DARA:-- Sí, es que no se ni siquiera de que vamos a tomar la clase.

OMAR:-- ¡Ahh! Es de equitación.

DARA:-- Válgame. ¿Y a dónde tenemos que ir para tomar la clase? No, no me digas, nosotras preguntamos. (Omar se reía) ¿Y qué tenemos que ponernos o que?

OMAR:-- Sus trajes ahorita los suben, señorita.

DARA:-- ¿Es obra de mi papá también eso de los trajes?

OMAR:-- Creo que sí.

DARA:-- Bueno pues nos vemos al rato. (Omar se iba mientras que Dara, entraba corriendo al cuarto y agitaba a Siaris en la cama) ¡Siaris, Ariadna, despiértense! ¡¿Qué creen que hizo mi papá?!

SIARIS:-- (Medió despierta) No se y no me importa, tengo mucho sueño así que déjame dormir.

DARA:-- Siaris, ¡Párate! Esto sí es importante.

SIARIS:-- Importante ¿para quién?

DARA:-- Mi papá nos inscribió a clases de equitación (Ariadna se comenzaba a reír)

SIARIS:-- (Se paraba muy sobresaltada) ¡¿Qué?! ¿Qué hizo mi papá?

ARIADNA:-- (Burlona) Pobrecitas, que bueno que yo no soy más que su prima.

DARA:-- Ariadna, mi papá también te inscribió a ti.

ARIADNA:-- (Se paraba más sobresaltada que Siaris) ¡No, esto no puede ser! Son apenas las ocho y yo ya estoy despierta.

SIARIS:-- Dímelo a mí.

ARIADNA:-- Se supone que las vacaciones son para descansar, no para tomar clases de equitación.

DARA:-- Pues mientras que no arreglemos está situación, tendremos que ir. (Tocaban la puerta)

ARIADNA:-- ¿Quién?

SEÑOR:-- Sus trajes señorita.

ARIADNA:-- (Volteando a ver a Dara) ¿Cuáles trajes?

DARA:-- Olvídenlo yo abro. (Abría la puerta) Buenos días.

SEÑOR:-- Buenos días señorita, traemos sus trajes.
DARA:-- Adelante. Por ahí esta bien. (Señalaba el lugar dónde los quería)

SEÑOR:-- Con permiso.

DARA:-- Bueno, esto también es obra de mi papá. Tengan vístanse. (Se cambiaban, y salían del cuarto para ir a desayunar)

SIARIS:-- Que tonta. Espérenme, no se vayan a ir. (Ariadna y Dara se volteaban a ver desconcertadas, y después volteaban a ver a Siaris)

ARIADNA:-- Siaris, ¿A dónde vas?

SIARIS:-- Al cuarto, se me olvido algo.

ARIADNA:-- Hay esa niña. ¿Qué se le olvidaría?

DARA:-- Quien sabe. Pero mejor hay que apurarnos por que sino se nos va a hacer tarde. (Siaris entraba al cuarto y sacaba algo de su maletín, después salía corriendo del cuarto para alcanzar a las chicas)

(En el comedor)

SIARIS:-- Oye Dara, ¿y quien te dijo de las clases?

DARA:-- Un muchacho, por cierto muy guapo.

ADRIANA:-- No, pero no tanto como Elí....

SIARIS:-- (Levantándose de la mesa) Mejor nos vamos por que sino vamos a llegar tarde. (Se dirigían a los establos. Al llegar, veían que Elías se encontraba cepillando un caballo blanco y junto a él se encontraba Omar)

ELÍAS:-- Buenos días señoritas.

TODAS:-- Buenos días.

OMAR:-- Si que son puntuales.

DARA:-- ¿Lo dudaba? Le dije que aquí estaríamos y aquí estamos.

OMAR:-- Por favor no me hables de usted, háblame de tú y si gustas, llámame Omar. (Siaris y Ariadna se volteaban a ver)

ELÍAS:-- (Viendo a Siaris) ¿Listas para sus clases?

DARA:-- Te aseguro que está lista.
SIARIS:-- No le hagas caso. Sabes en realidad van a tardar mucho con nosotras.
ARIADNA:-- No es para tanto Siaris.

DARA:-- De hecho sí, cuando tenía trece la tiro un caballo, por lo que mi papá nos inscribió a clases de equitación.

OMAR:-- ¿A las dos?

DARA:-- Sí, por eso del apoyo emocional. Pero, eso no es todo, cuando ya todos estábamos compitiendo en los saltos, Siaris apenas y podía montar un caballo.

SIARIS:-- (Sonriéndose) Sí, desde entonces jure por todos los cielos que nunca más me iba a subir a un caballo, y... mira lo que hace la magia de una firma.

ELÍAS:-- Pues aquí no te va a pasar nada.

OMAR:-- Bueno, vamos a empezar. (Se detenía por un momento) Pero primero que nada, ¿Cómo se llaman?

ARIADNA:-- ¡Hay perdón!, Yo soy Ariadna, (Omar le daba la mano y después continuaba señalando respectivamente) ella es Dara y ella Siaris.

OMAR:-- Pues ahora que las conozco y me conocen, les voy a dar sus caballos. ¿Elías me puedes ayudar con esto?

ELÍAS:-- Por supuesto. (Iba por los caballos. Al regresar traía con él una yegua café llamada brisa, a un pura sangre negro llamado relámpago y a otro blanco llamado trueno) Bueno pues Ariadna, aquí tienes a relámpago, Dara esta es brisa y Siaris trueno es tuyo.

ARIADNA:-- Que hermosos están.

OMAR:-- Sí, y son unos buenos caballos.

SIARIS:-- (Murmurando) Eso espero.

OMAR:-- Pero... ahora a lo que vienen, a aprender a montar. Como esto es un poco complejo y necesitan atención individual...

DARA:-- Sí, más Siaris. (Siaris la volteaba a ver y se reía)

OMAR:-- Bueno como sea, Siaris, te atenderá Elías, Isaac va estar contigo Ariadna y yo estaré contigo Dara.

ARIADNA:-- ¿Isaac? ¿Quién es Isaac?

OMAR:-- Es otro instructor que nos está esperando. (Se iban a entrenar por horas. Al medio día Omar les daba un descanso. Las tres salían a dar un paseo al campo que daba a un bosque)
DARA:-- (Diciéndole a Omar) Disculpa puedo pasear a brisa, a trabajado muy bien, bueno por lo menos no me ha tirado.

OMAR:-- Sí, pero no la cabalgues.

DARA:-- Esta bien. (Se iban caminando hasta llegar a la orilla del bosque)

ARIADNA:-- Saben esto me recuerda al...saben que, nada, olvídenlo, hagan de cuenta que no hable.

DARA:--¿Qué? Al cuento.

ARIADNA:-- Sí, bueno es que ya saben... la verdad es que no se por que. (Siaris caminaba un poco más alejándose de ellas)

SIARIS:-- Tal ves por que ese hotel, parece un castillo que está muy cerca de este bosque y está este riachuelo.

DARA:-- No empieces, no crees que esto es pura imaginación, mejor dicho, pura coincidencia.

ARIADNA:-- Sí la verdad sí, estamos tan traumadas que ya hasta alucinaciones vemos. (Se quedaba pensando por unos segundos) Por cierto ¿se trajeron el cuento de la Abuela?

SIARIS:-- No, no lo traje, lo deje en casa de la Abuela.

ARIADNA:-- ¡Mmm! Bueno pues cambiando de tema completamente, ¿cómo les parece la clase?

DARA:-- Pues bien, considerando que ninguna de nosotras se a caído.

SIARIS:-- Pero eso no sería si no tuviéramos a estos instructores. (Se quedaban platicando junto al arroyo, mientras que los chicos platicaban)

ELÍAS:-- ¿Cómo ven? Aprenden rápido.

OMAR:-- Pues se ve que por lo menos lo intentan.

ELÍAS:-- Saben en realidad eso no me interesa.

ISAAC:-- No, ¿por qué? (Intuyendo) Parece que alguien está enamorado.

OMAR:-- Y creo que no es de Angélica.

ELÍAS:-- No, creo que no. Saben sería bueno que ella fuera para que mi papá no me molestará más pero no... no es de ella.

OMAR:-- ¿No?, ¿Entonces?

ISAAC:-- Sí, por qué tu padre no te deja conocer muchas chicas.

ELÍAS:-- Se que van a decir que estoy loco, que solo necesito distracción, pero es de una huésped, a la cual le estamos dando clases...

OMAR:-- ¡No! Alguna de ellas (Volteando a ver a donde se encontraban las chicas) ¿Estás bromeado?

ELÍAS:-- No, miren, cuando fui por ellas al aeropuerto, yo sabía por quien iba.

ISAAC:-- Tú estás loco, sabes que nunca debes pensar en una relación con una huésped.

ELÍAS:-- Si lo se, pero dejen que les cuente. (Omar e Isaac, se veían preocupados por Elías) Lo que pasa es que un día antes de que llegarán tuve un sueño muy raro, de alguien que me decía: “Por favor cuídalas, no las dejes solas.” Y después apareció la imagen de ellas en un taxi despidiéndose de alguien.

OMAR:-- ¿Imagen?

ELÍAS:-- ¡Sí!, y cuando fui a recibirlas al aeropuerto, vi hacia al corredor, y las vi, pensé que estaba alucinando, o algo por el estilo, pero cuando voltee hacia ellas de nuevo, las escuche preguntándome si yo las traería al hotel, primero pensaron que no les había entendido, pero lo que pasa es que estaba anonadado por lo que tenía enfrente.

ISAAC:-- Sí como no.

ELÍAS:-- Sabía que no me iban a creer, no se por que les conté esto.

ISAAC:-- No Elías sí te creemos, aunque es un poco confuso te creemos.

OMAR:-- Elías, ¿sabes que estás diciendo?

ELÍAS:-- (Volteando a verlos, les hacia una seña para que guardarán silencio) Sí.

ARIADNA:-- ¿Descansando?

ISAAC:-- Sí, y ustedes ¿ya se aburrieron?

ARIADNA:-- No, es que como todavía tenemos un poco de tiempo, (Se quedaba pensando unos segundos) ¿podemos entrar al bosque?

OMAR:-- (Muy exaltado) ¡¡¡ No !!! ¿No han entrado ahí, verdad?

ARIADNA:-- (Asustada) No, sólo venía a preguntarles. (Isaac y Elías, veían espantados y confundidos a Omar)

OMAR:-- Por favor no entren ahí solas.

ARIADNA:-- Esta bien, les avisaré. (Salía del establo donde estaban ellos)

ISAAC:-- ¿No?, ¿Por que no? ¿Por qué no pueden entrar?, nosotros siempre vamos allá y nunca a pasado nada.

OMAR:-- Ya se lo que están pensando, pero es que no les puedo explicar por que. Ni yo mismo se por que dije eso. Pero se que si entran al bosque solas, no van a salir. (Días después, se encontraban practicando, Omar les aplaudía)

OMAR:-- Bravo, aprendieron rápido.

DARA:-- El aplauso se lo merece Siaris, por que ya aprendió a montar caballos.

SIARIS:-- Es que tenemos buenos instructores, pero saben... lo que no he aprendido bien es a bajarme, así que...

ELÍAS:-- Perdón, yo te ayudo.

ISAAC:-- Oigan nos preguntábamos si quieren acompañarnos a comer.

ARIADNA:-- (Viendo a Siaris y a Dara) Claro nos encantaría, pero... ¿no los regañan?

ISAAC:-- No, es nuestro descanso.

SIARIS:-- Bueno pues entonces vamos.

OMAR:-- ¿Pues que esperamos? (Salían del establo, pero Elías se quedaba al último para guardar los caballos; cuando iba por trueno veía a una mujer montada en trueno, con un vestido blanco y un velo en la cara que no dejaba distinguir su rostro. Elías se quedaba inmóvil y la princesa volteaba hacia donde se encontraba él, cuando parecía que la princesa le iba a decir algo a Elías, Isaac llegaba)

ISAAC:-- Elías, (La princesa volteaba a ver a Isaac, mientras que Elías la veía perplejo) apúrate por que sino te dejamos.

ELÍAS:-- (Volteaba a verlo) Sí, perdón, ahí voy, solo falta guardar a trueno. (Volteaba a ver a la princesa y la princesa ya no estaba.

Al llegar al restaurante, Isaac pedía la mesa, mientras que las chicas iban al sanitario, al salir ellas, veían que los chicos las esperaban en la mesa. Llegaban a la mesa y los chicos se levantaban para ayudarlas a sentar, al estar todos en la mesa comenzaban a platicar, después de un rato llegaba el mesero y les daba el menú)

SIARIS:-- (Viendo el menú) Oigan, que nos recomiendan, por que la verdad... estos nombres no me dicen nada.

ELÍAS:-- ¿Quieres que te ayude a decidir?
SIARIS:-- Si me haces ese favor.

ELÍAS: Ok.

MESERO:-- ¿Les tomo su orden?

OMAR:-- Me puede decir la recomendación del día.

MESERO:-- Sí Señor, pues hoy tenemos pollo a la... (El mesero seguía diciéndole a Omar la comida del día, mientras Isaac platicaba con Ariadna)

ISAAC:-- ¿Y cómo se han sentido aquí?

ARIADNA:-- Bien, muy bien. Es muy tranquilo, además siento como que ya estuve aquí.

ISAAC:-- Pues que bueno que te sientas en casa.

ARIADNA:-- Sí, creo que sí. Oye, ¿Tú que vas a pedir?

DARA:-- Perdón que te interrumpa Ari, pero estoy igual que Siaris, estos nombre no me dicen nada.

OMAR:-- ¿Quieres que te recomiende algo?

DARA:-- Claro. Si me haces ese favor te estaré agradecida (Omar le recomendaba algunos platillos y pedían los dos)

ARIADNA:-- ¿Isaac te molestaría ayudarme a ordenar?

ISAAC:-- No, claro que no.

MESERO:-- Tomo su orden Señor. Sí gracias. (Mientras Isaac terminaba de ordenar y el mesero iba a dejar la orden los muchachos platicaban)

ISAAC:-- Llevamos una semana de conocernos y no les hemos preguntado ¿qué son?

DARA:-- ¿Cómo que qué somos?

ISAAC:-- Sí, ¿Son hermanas, amigas o qué son?

DARA:-- ¡Ahhh! Pues sí, algo así, lo que pasa es que Ariadna es nuestra prima y Siaris y yo somos hermanas.

OMAR:-- Con razón siempre están juntas.

ELÍAS:-- ¿Cuánto tiempo se van a quedar?

DARA:-- Eso lo deciden nuestros padres que llegan dentro de unas semanas.

ELÍAS:-- Entonces si van a poder ir al baile. (Las chicas lo veían confundidas, mientras, llegaba la comida, el mesero comenzaba a servir)

SIARIS:-- (Refiriéndose al mesero) Gracias. ¿de que baile hablas?

ELÍAS:-- Es una tradición en el hotel, hacer un baile para dar la bienvenida a la primavera.

ISAAC:-- ¿Les gustaría ir con nosotros?

OMAR:-- Sí, sería fantástico que fueran con nosotros.

ARIADNA:-- Nos encantaría ir, ¿pero cuando es?

OMAR:-- El próximo viernes.

ISAAC:-- Tienen que ir disfrazadas.

ARIADNA:-- Será fabuloso. (A lo lejos Siaris veía que una chica se acercaba a la mesa, cuando llegaba a la mesa, se recargaba en Elías)

ELÍAS:-- (Sorprendido) ¿Angélica?

ANGÉLICA:-- Hola Elías.

ELÍAS:-- (Nervioso) ¿Qué haces aquí?

ANGÉLICA:-- ¿Qué?

ELÍAS:-- (Nervioso) Perdón, ¿cuándo llegaste?

ANGÉLICA:-- Veo que están comiendo, ¿no me invitas? (Angélica, empujaba a Siaris para sentarse en las piernas de Elías)

SIARIS:-- (Dándole la mano a Angélica) Hola mucho gusto, yo soy Siaris.

ANGÉLICA:-- (Sin darle la mano) Hola, yo soy la novia de Elías.

ELÍAS:-- Angélica, ya te dije que no digas eso. Mejor te presento, ellas son las huéspedes a las que les enseñamos a cabalgar.

ANGÉLICA:-- (Sin interés) Hola. Oye Elías podemos ir a otro sitio.

DARA:-- Bueno chicos, creo que es mejor que nos vayamos.

ANGÉLICA:-- ¡Hay no! Si es por mi no se preocupen, ya nos íbamos nosotros, ¿verdad Elías?

DARA:-- (Elías solo las veía apenado) No, no es necesario eso, tenemos pases para la opera, y debemos arreglarnos.

ANGÉLICA:-- (Burlona) Sí, necesitan mucho tiempo para que queden bien.

SIARIS:-- Bueno pues mejor nos vamos. Con permiso.

ARIADNA:-- Nos vemos mañana en la clase muchachos.

ANGÉLICA:-- Sí, nos vemos en la clase.

DARA:-- Bye. (Angélica se sentaba en la silla de Siaris, mientras los chicos la veían despreciativamente)

ANGÉLICA:-- ¿Quiénes son? No son nada recatadas, yo no se como pudiste salir a comer con ellas. (Continuaba hablando, sin dejar que los chicos pudiesen hablar.

Mientras las chicas caminaban por el pasillo para llegar a su cuarto, Dara veía a alguien que estaba hincado en la puerta de su cuarto tratando de escuchar algo)

DARA:-- ¿Qué querrá ese Señor?

ARIADNA:-- (La veía confundida) ¿Qué Señor?

DARA:-- Ese Señ...ñor, ¿A dónde se fue?

SIARIS:-- ¿No había nadie?

DARA:-- Les juro que sí había alguien en la puerta.

ARIADNA:-- Mejor entra.

DARA:-- Esta bien.

SIARIS:-- ¿Cómo les cayo la novia de Elías?

DARA:-- Es una déspota. De hecho no me cayo bien.

ARIADNA:-- Pues no fue muy amable que digamos, pero como sea, si es la novia de Elías y va a estar con él, pues nos la debemos de llevar tranquila con ella.

SIARIS:-- Pues eso sí.

DARA:-- Ya no hay que hablar de ella, mejor hay que apurarnos para la opera.

ARIADNA:-- Dara ¿Qué no es muy temprano para comenzarnos a arreglar?

DARA:--Son las cuatro, la cita es a las siete y media.

SIARIS:-- No creo que sea muy temprano, mejor hay que apurarnos, por que sino luego se nos hace tarde.

DARA:-- Sí, mejor. No quiero llegar tarde a la opera. (Comenzaban a arreglarse para irse. Siaris terminaba primero)

SIARIS:-- ¿Se piensan tardar mucho?

ARIADNA:-- Pues algo.

SIARIS:-- ¿Creen estar listas en unos quince minutos?

ARIADNA:-- Sí.

SIARIS:-- Bueno pues entonces me adelanto para pedir un taxi en la recepción. (Caminaba hacia la puerta) ¡Ah! Y para ya no subir otra vez las espero en el jardín trasero del hotel. ¿Esta bien?

DARA:-- Si hombre, ya ve. (Siaris salía del cuarto y se dirigía a la recepción. Ya en la recepción pedía el taxi, al dar la vuelta para salir al jardín, veía un cuadro de una mujer en uno de los muros. Siaris se quedaba contemplándolo unos segundos. Al otro lado de la recepción, un Señor la observaba, comenzaba a caminar hacia donde se encontraba ella. Al llegar a donde estaba Siaris el Señor se paraba a un lado de ella para contemplar el cuadro)

SEÑOR:-- Sabe, esa era la princesa de un reino cercano a este hotel. (Siaris lo volteaba a ver) La princesa se llamaba Astrid y... no es que me interese mucho su historia, pero me llamo la atención por que...usted se parece mucho a ella. (Siaris lo veía asombrada) Perdón por interrumpirla señorita, con permiso. (El Señor se retiraba. Siaris volteaba a ver el cuadro nuevamente y decidía mejor salir al parque a esperar a las muchachas. Al salir veía que no había personas en el jardín así que se sentaba en una jardinera que daba frente a la fuente del centro del jardín.

La noche era hermosa; la luna brillaba como el sol y las estrellas parecían velas que alumbraban por todo lo largo del cielo. Siaris contemplaba la noche y se percataba que era más obscura que todas las noches anteriores, pero no le daba importancia, a los pocos segundo escuchaba el galopar de un caballo, volteaba a ver a todos lados pero no se veía absolutamente nada y los galopes se escuchan cada vez más cerca.

Comenzaba a voltear otra vez a todos lados, para poder ver de donde venían esos ruidos pero no se veía nada, al voltear a su izquierda veía a trueno que iba hacia ella y veía a un jinete con una armadura montándolo. A unos metros antes de llegar hacia ella el jinete comenzaba a desenvainar su espada, Siaris se paraba espantadísima por que el arma apuntaba hacia donde estaba ella, pero cuando la espada la iba a tocar el jinete paraba a trueno de golpe.

Siaris no se movía pues estaba impactada y no sabía que hacer. El jinete se bajaba del caballo y caminaba hacia ella.)
JINETE:-- (Impactado) Señorita Astrid, regreso. (Siaris se quedaba paralizada sin entender que quería decir. Mientras el jinete comenzaba a quitarse el casco)

SIARIS:-- (Suspirando) ¿Omar?, Que buen susto me haz metido. No bromees así.

JINETE:-- Astrid, soy Xar, ¿no me reconoces?

SIARIS:-- Ya no bromees.

JINETE:-- Astrid, te esta esperando Sa... (Siaris se quedaba impactada escuchando lo que iba a decir el jinete)

DARA:--¡¡Siaris!! ¡¡Siaris!! (Siaris volteaba desconcertada) ¿Qué haces ahí parada viendo hacia la nada?

SIARIS:--(Desconcertada) ¿Hacia la nada?, (Volteaba a ver hacia donde se encontraba, segundos antes el jinete, y ya no había nadie) nada.

ARIADNA:-- Rápido se nos hace tarde... (Viendo mejor a Siaris) ¿Siaris que te paso?

SIARIS:--(Nerviosa) Nada, no me paso nada. Ya vámonos. (Caminaban al hotel para irse, pero antes de entrar Siaris volteaba hacia la fuente y veía al jinete con trueno junto a ella Antes de entrar Siaris al hotel, veía que el jinete le hacia una reverencia y Siaris caminaba más rápido)

DARA:-- ¿Seguro que no tienes nada?

SIARIS:-- Sí, seguro, ya vámonos. (Entraban a la opera y después de casi tres horas ahí salían. Al llegar al hotel entraban a su cuarto y se alistaban para dormir)

ARIADNA:-- Oye Siaris tengo mucho calor, me puedes cambiar la cama.

SIARIS:--¿Qué?

ARIADNA:-- Ándale, no seas mala, es que ahí esta la ventana y entra aire.

SIARIS:-- Pero solo hoy, esta bien. (Ariadna se ponía una pañoleta en el cabello)

ARIADNA:-- Sí hombre. (Después de un rato de estar dormidas, Ariadna comenzaba a escuchar un ruido en la ventana pero no le hacia caso. Unos segundos después el viento entraba muy fuerte al cuarto, Ari abría los ojos y comenzaba a levantarse para cerrar la ventana, pero la pañoleta que traía en el cabello se bajaba tapándole desde la boca hacia abajo. Al sentarse en la cama veía que al lado de su cama había un jinete)

ARIADNA:-- ¡¡¡Ahhhhhhhhhh!!!

DARA:-- (Con los ojos cerrados) ¿Ariadna duérmete bien?
ARIADNA:-- (Desesperada) No, no, ¡Suéltame!

JINETE:-- (Con voz baja) No te voy a hacer daño Astrid.

ARIADNA:-- (Confundida) ¿Astrid? ¡Déjame!

JINETE:-- Ya me vas a escuchar. (Ariadna decía que no con la cabeza) Necesito tu ayuda.

ARIADNA:-- No soy Astrid, soy Ariadna. Yo no conozco a ninguna Astrid.

JINETE:-- Necesito tú ayuda Astrid. (Se comenzaba a quitar el casco)

ARIADNA:-- (Enojada) ¡Maldita sea no soy Astrid! (El jinete ya no tenía el casco y Ariadna veía sorprendida que era Omar) ¿Omar? ¿Qué diablos estas haciendo aquí?

JINETE:-- Te estuve esperando por mucho tiempo.

ARIADNA:-- ¡Omar esto no es gracioso! (Ariadna veía a Omar sorprendida, mientras que él sacaba algo de la armadura. Ariadna se levantaba agitada al ver lo que él tenía en sus manos) Omar, un puñal ¿Para qué quieres un puñal?. (El jinete comenzaba a levantar el puñal para clavarlo en el corazón de Ariadna, pero de pronto se abría la puerta de un golpe e Isaac entraba)

ISAAC:-- ¡Astrid! (El jinete, volteaba, y furioso bajaba el puñal)

JINETE:-- No dejare que lleguen a ese día, lo sabes bien, te mataré y a todos los demás de nuevo y ni tú ni nadie me podrá vencer esta vez. (Terminando esto, el jinete saltaba por la ventana y desaparecía, Ariadna quedaba impactada por lo que había ocurrido)

ISAAC:-- ¿Astrid te encuentras bien? (Ariadna volteaba quitándose la pañoleta de la cara, e Isaac se sorprendía quedando atónito) Tú no eres Astrid. ¿Adnara? ¡Regresaste!

ARIADNA:-- (Sorprendida y nerviosa) ¡¿Maldita sea, qué diablos esta pasando?!

ISAAC:-- (Acercándose a su oído) Las almas regresan cada siglo y escogen a los que deben terminar el trabajo que otros comenzamos.

ARIADNA:-- (Confundida) ¿Qué? (Isaac la empezaba a revisar para ver si no la habían herido)

ISAAC:-- Estás bien, no te hizo nada, pensé que te había herido.

ARIADNA:-- (Haciéndole a un lado sus manos) No, déjame estoy bien pero, ¿Qué sucedió? ¿Por qué Omar me quería herir y por qué me llamó Astrid?

ISAAC:-- Te confundió, no eras tú a la que buscaba, si no a tu princesa, a Astrid. Debes cuidarte, lo escuchaste, no dejará que terminen el trabajo. (Ariadna lo veía un poco confundida) Ahora descansa. (La acostaba y la cobijaba. Dándole un dulce beso en la frente, pasaba sus manos sobre la cara de Ariadna y está se quedaba completamente dormida)

(Al día siguiente en el desayuno)

DARA:-- Ari, ¿Qué estabas soñando?

ARIADNA:-- ¿Por qué?

DARA:--Por que gritaste y después...

ARIADNA:-- Pues la verdad no se que soñé, pero tengo una sensación de tranquilidad que nunca había tenido.

DARA:-- (Viendo hacia otra mesa) ¿Ya vieron quién está ahí?

SIARIS:-- (Las chicas volteaban hacia donde veía Dara y veían que se encontraba Angélica y Elías en la mesa platicando) Mmm, creo que hoy este Elías va a llegar tarde a la clase.

ARIADNA:-- Sí, pero por que te preocupa tanto que Elías y Angélica estén juntos.

SIARIS:-- Yo... como crees. Elías no me importa, puede estar con Angélica las veces que quiera o con cualquier otra persona.

DARA:-- Creo que aquí hay alguien celosa.

SIARIS:-- Por favor, creen que yo. (Ariadna y Dara la veían fijamente y Siaris suspiraba) Creo que sí, no lo se. Pero tiene algo que... sus ojos son tan, y su boca es como,...y sus bíceps...

ARIADNA:-- Creo que hay alguien enamorada.

SIARIS:-- Saben, nunca me va a hacer caso, y luego menos con esa chava, que ni siquiera lo deja comer solo.

DARA:-- Pues quien sabe, pero por que no le haces la lucha, todavía te quedan unos días.

ARIADNA:-- Dara tiene razón y si le haces la lucha pues por que... no. ¿Qué pasa muchachas?

DARA:-- Es que no nos habíamos dado cuenta que están adornando. Tal ves para la fiesta del viernes.

SIARIS:--Sí, quien sabe. (Dos días después, las tres se encontraban en su habitación. Ariadna se despertaba muy tranquilamente y volteaba a ver el reloj. Al verlo se paraba presurosa y les comenzaba a hablar a las chicas)

ARIADNA:-- ¡Muchachas, muchachas! Levántense. Si no nos apuramos vamos a llegar tarde.

DARA:-- ¿Qué?

ARIADNA:-- Párense, ya es muy tarde.

DARA:-- ¿Cómo crees? Si puse el despertador.

ARIADNA:-- Son las 8:30. (Dara se paraba y se comenzaba a vestir rápidamente)

SIARIS:-- (Despertándose lentamente) ¿Qué tienen, por qué están tan alteradas?

DARA:-- Siaris, tenemos media hora para vestirnos, desayunar y llegar con los muchachos a la clase. (Siaris se levantaba y se vestía rápidamente. Salían corriendo hacía los establos, sin tener tiempo para desayunar. Al pasar por la recepción, veían a los muchachos, entonces Dara y Ariadna se detenían, mientras Siaris iba al comedor para comprar café, para ella y para las chicas)

DARA:-- (Caminando hacía donde estaban) Hola, puedo preguntar qué hacen aquí. (Los muchachos que estaban ayudando a adornar volteaban)

ISAAC:-- Estamos ayudando a adornar, a terminar de adornar.

ARIADNA:-- Y...¿Vamos a tener clase o no?

OMAR:-- No , hoy no. (Las chicas se volteaban a ver desconcertadas)

ARIADNA:-- ¿Por qué? (Acercándose un Señor les respondía)

SEÑOR:-- Por que tienen que terminar de adornar para la fiesta. (Las chicas volteaban a verlo, sin saber quien era. Mientras Elías comenzaba a bajar de la escalera donde se encontraba. Al bajar se ponía a un lado del Señor y veía a penado a las chicas)

ELÍAS:-- Muchachas les presento a mi Papá. Papá ellas son las chicas a las que les damos clases de equitación.

SEÑOR:-- Buenos días señoritas. Lamento esto pero si no somos los dueños quienes vemos como está quedando todo esto, nunca queda bien. (Angélica llegaba y saludaba a todos)

ANGÉLICA:-- Hola a todos. Buenos días Señor Vonded.

SEÑOR VONDED:-- Hola Angélica. (Siaris llegaba con los cafés y sin ver quien estaba delante de ella, comenzaba a repartirlos)

SIARIS:-- No hubo descafeinado, así que les traje unos capuchinos.(Repartiendo el café) Pensé que ya se habían id...o (Subía la mirada) Perdón, interrumpí algo.

ANGÉLICA:-- Sí. (Siaris volteaba a ver a Elías apenada, mientras su papá la veía muy cuidadosamente)
SIARIS:-- Upss. Disculpen, pensé que... ¿gustan que les traiga café?

SEÑOR VONDED:-- No gracias, ¿cómo dices que te llamas?

SIARIS:-- Perdón por no presentarme, me llamo Siaris Litelman. (Siaris le extendía su mano y el Señor la toma con mucha delicadeza, extrañando a los muchachos y a Angélica, pues nunca aceptaba a nadie de esa forma)

SEÑOR VONDED:-- Sí, tu eres la muchacha del cuadro.

SIARIS:-- ¡Ah si! Usted es el Señor que dijo mi parecido con el de la mujer del cuadro.

ELÍAS:-- Cuadro. ¿Qué cuadro?

SEÑOR VONDED:-- El de la princesa Astrid, pero bueno ¿ya les mostraron el hotel? (Los chicos se volteaban a ver, pues no sabían de que estaba hablando el Señor)

ELÍAS:-- Pues no, pero creo que ya lo conocen.

SEÑOR VONDED:-- Quiero que les muestren cada uno de los salones de este hotel. (Los chicos se volteaban a ver desconcertados)

ELÍAS:-- Esta bien papá las llevaremos. Pero no creo que podamos terminar de adornar este salón.

SEÑOR VONDED:-- No se preocupen por eso, vayan muéstrenles todo. (Los muchachos las llevaban a que conocieran todos los salones. Al entrar al salón donde se hacían las fiestas, las chicas quedaban sorprendidas, pues el decorado y la estructura del salón era autentica.)

ARIADNA:-- ¡Wow! Este salón es... es....

OMAR:-- La arquitectura y el decorado es el mismo que tenía hace ¿quinientos años?, no lo se pero no se ha cambiado nada.

ELÍAS:-- Bueno, claro que se han cambiado algunas cosas dentro del castillo , para adaptarlo a la comodidad que necesita un hotel, pero consideramos que sería un buen detalle dejar los espacios restantes como se habían encontrado.

DARA:-- O sea que los cuartos, la cafetería, los establos y pasillos han tenido cambios.

ELÍAS:-- Sí, pero los adornos que se encuentran en los cuartos, los pasillos y la cafetería son los originales. (Caminado hacia el centro del salón ) Mi familia a vivido en este castillo y en sus alrededores, por años.

SIARIS:-- Pues es espectacular, ya me imagino todo lo que pudo haber pasado en este salón o en cualquier otro lugar del castillo.

OMAR:-- Pues se ha oido decir a los huéspedes, que se van de este hotel por las cosas raras que ven o escuchan.

DARA:-- ¿Hay fantasmas aquí?

ARIADNA:-- (En tono burlón) ¡No inventes como crees que va a ver fantasmas!

SIARIS:-- Yo si ceo en eso. (Todos la volteaban a ver)

ELÍAS:-- Entonces, ¿crees que aquí haya fantasmas o espíritus merodeando por todo el castillo?.

SIARIS:-- Sí, por que no iba a haberlos después de todo lo que ha pasado en este lugar. (Isaac volteaba a ver las expresiones que tenían las chicas)

ISAAC:-- Pues que bueno que si creas en eso, por que tal vez eso te salve de... (Volteando inesperadamente hacía Angélica, hacia que se espantara,) ¡Las experiencia extra-sensoriales!

SIARIS:-- ¡Que loco!, pero tal vez si me salve. (Elías comenzaba a caminar hacia donde se encontraban los sillas reales y al estar sentado en una agachaba la cabeza, como recordando algo)

OMAR:-- ¿Qué pasa Elías? (Todos volteaban a ver a Elías)

ELÍAS:-- Nada solo recordé lo que paso hace un año, y el año pasado y el año pasado a ese.

ANGÉLICA:-- ¿Qué paso?

OMAR:-- ¿No lo recuerdas?

ANGÉLICA:--No, no se de que hablan.

DARA:-- ¿Qué paso? (Preguntando a todos y a la vez a nadie)

OMAR:-- Pero prometen no asustarse. (Las chicas movían la cabeza afirmando) Entonces acérquense. (Todos se acercaban a donde se encontraba Elías)

ELÍAS:-- Miren lo que pasa es que cada vez que va a llegar la fiesta para recibir a la primavera, pasan cosas muy raras por estos lugares.

DARA:-- ¿Cómo...?

ISAAC:-- Hace tres años, un día antes de la fiesta, unas chicas dijeron ver a un hombre en su cuarto...

ARIADNA:-- ¿ Y ?

OMAR:-- Lo raro es que nos dijeron que cuando las vio entrar se tiro por la ventana y eso es imposible.

ARIADNA:-- Imposible, ¿por qué?

OMAR:-- Por que el cuarto en el que estaban está en el último piso, de hecho, si no mal recuerdo es el cuarto que ustedes habitan, y a parte de todo no se encontró el cuerpo. (Ariadna se quedaba sorprendida por lo que decía Omar)

ISAAC:-- (Recodando algo) ¡Ah, sí!, recuerdan también que se han oído ruidos de caballos galopando en el jardín trasero y en la fiesta, no faltan los apagones, o las cosas misteriosas que hacen que la gente se estremezca.

ELÍAS:-- Bueno pero eso no pasa siempre, así que no se preocupen. (Las chicas se quedaban atemorizadas, pero no decían nada.

Después del largo recorrido y de pasar un tiempo con los muchachos, ellas se iban al cuarto a descansar)

ARIADNA:-- Siaris ¿cómo viste las historias que nos narraron?

SIARIS:-- Pues están bien, (Con una risa nerviosa) haber si de pura casualidad nos toca ver algo de eso, ¿no?.

DARA:-- ¿Te gustaría que pasara algo así?

SIARIS:-- Sí por que no.

ARIADNA:-- Oye Siaris, ¿De que cuadro dice el Señor Vonded que te pareces?

SIARIS:-- En uno de los muros de la recepción se encuentra el retrato de una muchacha. Me dijo que era la princesa de un reino cercano a aquí y que se llamaba Astrid.

DARA:-- Que coincidencia más grande.

ARIADNA:-- ¿Por qué?

DARA:-- Por que en el cuento mencionan a una tal Astrid, la princesa prometida de...

SIARIS:-- Savón. (Dara movía la cabeza) Es cierto, con razón me pareció tan familiar ese nombre (Al terminar de platicar, se quedaban profundamente dormidas . Al día siguiente llegaban a los establos corriendo, y veían que los chicos las estaban esperando)

DARA:-- (Sin aliento) ¡Ya casi no llegamos!

OMAR:-- Bueno pues ya que están aquí, hay que comenzar.

SIARIS:-- (Volteando a ver a todos) ¿Oigan y quién me va a estar cuidando si Elías no está?

ISAAC:--Si quieres yo te puedo ayudar.
ELÍAS:-- ¿Ayudarla, a qué?

SIARIS:-- ¡Ah, hola! Lo que pasa es que como no te vi, pensé que no ibas a venir.

ELÍAS:-- ¡Ah!

OMAR:-- ¿Qué creen?

ARIADNA:-- ¿Qué?

OMAR:-- Les tenemos una sorpresa. (Las chicas se volteaban a ver y veían a Omar para que les dijera cual era la sorpresa) Bueno ya les voy a decir. H-o-y v-a-m-o-s a-...

ISAAC:-- Te tardas mucho. Lo que les quiere decir Omar es que la clase la vamos a tomar a campo abierto. (Dara y Ariadna se alegraban, mientras que Siaris nerviosa los veía)

ELÍAS:--(Omar se salía del establo par ir por los caballos) No te preocupes Siaris, todo va a estar bien, nosotros las vamos a cuidar, además vamos a montar junto con ustedes para que no halla peligro.

ISAAC:-- Sí, no tengas miedo. (Volteaba hacia la puerta) Voy a ayudarle a Omar a traer los caballos ahorita regresamos. (Después de unos minutos Omar entraba al establo)

OMAR:-- Ya llegamos, vengan, tomen sus caballos. (Las chicas iban, tomaban los caballos y se iban al campo que se encontraba junto al bosque para cabalgarlos)

ISAAC:-- Pues chicas aquí estamos, ahora bien, monten sus caballos. (Omar e Isaac montaban también los caballos que llevaban para ellos, mientras que Elías se quedaba con Angélica)

SIARIS:--(Acariciando a trueno) Bueno trueno, pues ahora si te necesito,. Sabes no me he llevado muy bien con muchos caballos, así que necesito que trabajemos juntos, Ok. (Trueno relinchaba) Bueno pues hay voy... (Se subía a trueno)

OMAR:-- Siaris acércate aquí. (Siaris jalaba las correas y Trueno comenzaba a caminar) Bien, eso es. (Elías la voltea a ver con ojos de amor)

ISAAC:-- Esta bien, pues Ariadna tu vienes conmigo, Dara tú con Omar y Siaris tu con Elías.

ELÍAS:-- Si, ya voy.

OMAR:-- Dara, ponte en posición. (Volteando a ver a los demás) Recuerda hacia adelante, para que brisa pueda sentirte. (Dara solo acentuaba con la cabeza)

ISAAC:-- Ariadna recuerda deben ser sólo uno. (Ariadna volteaba y le sonreía)

ARIADNA:-- Sí ya se, hacia adelante y mi cuerpo se mueve con el caballo.

ISAAC:-- ¡Bien, lo aprendiste bien! Ahora cabalga a mi ritmo, ¿entendido? (Ariadna solo movía la cabeza afirmando. Mientras Siaris los veía muy nerviosa)

ELÍAS:-- Bueno Siaris, nos toca a nosotros ¿Estas lista? (Siaris se acercaba a la oreja de Trueno)

SIARIS:-- ¿Qué dices Trueno, estamos listos? (Trueno relinchaba) Esta bien, creo que estamos listos, Elías.

ELÍAS:-- Bien, pues agarra bien las correas, recuerda debes seguir al caballo, no te va a hacer nada si ve que tu lo sigues. Bien ahora has que avance hacia mí. (Después de un rato de estar cabalgando, tomaban un descanso)

OMAR:-- Elías, ¿y Angélica?

ELÍAS:-- Quien sabe. (Las chicas se acercaban a ellos con los caballos)

DARA:-- Les podemos encargar a los caballos, es que queremos ir al riachuelo a refrescarnos un poco.

ISAAC:-- Sí claro vayan, pero no se vayan a tardar.

SIARIS:-- Saben yo mejor me quedo, estoy algo cansada.

DARA:-- Como quieras.

ARIADNA:-- Ahorita regresamos. (Omar e Isaac las seguían con la mirada, mientras Siaris se sentaba recargándose en el árbol donde estaban a marrados los caballos. Elías se acercaba al árbol y se sentaba cerca de Siaris)

ELÍAS:-- ¿Cómo te sientes?

SIARIS:-- Mmmm, pues no me caí, creo que eso quiere decir que bien. (Elías se reía) ¿Y Angélica?

ELÍAS:-- Por favor no me hagas esas preguntas.

SIARIS:-- ( Burlándose) ¿Por qué?, ¿A poco no es tu novia?

ELÍAS:-- Angélica no es mi novia, y por favor, no quiero saber de... (Siaris se levantaba rápidamente) ¿Qué pasa Siaris?

SIARIS:-- Escuchas eso... (Elías se levantaba y ponía atención)

ELÍAS:-- No, no escucho nada. (Siaris comenzaba a voltea a todos lados para poder ver de donde venía el sonido) Siaris no escucho nada. (Siaris volteaba rápidamente hacia los establos y veía que los caballos se habían escapado y que se dirigían hacia donde estaban Dara y Ariadna) ¡Oh por Dios! ¡Corran!

SIARIS:-- (Gritando y corriendo hacia donde estaban las muchachas) ¡Quítense de ahí!, ¡Ariadna, Dara corran! (Las muchachas no la escuchaban, por lo que seguía platicando. Mientras tanto los muchachos desataban a los caballos para montarlos y poder detener a los que estaban desbocados)

ELÍAS:-- Siaris, quédate aquí. Nosotros vamos a ir por ellas. (Siaris se paraba y se dejaba caer en el pasto.)

SIARIS:-- (De rodillas en el pasto y con los ojos cerrados) Por favor, por favor ayúdalas. (Al terminar estas palabras una imagen de una mujer se aparecía delante de Dara y Ariadna, ellas se quedaban paralizadas pues la mujer era idéntica a Siaris, mientras ésta señalaba hacia donde venían los caballos. Ariadna y Dara volteaban, después de un momento de estar heladas y sorprendidas de ver que los caballos venían hacia ellas, comenzaban a correr hacia el bosque.

Los muchachos trataban de parar a los caballos, pero estos no se detenían. Los caballos se abalanzaban sobre ellas. Al momento que las muchachas estaban a punto de brincar el riachuelo para ir al bosque Siaris abría los ojos, veía correr a las chicas dentro del bosque y a los muchachos ir por ellas en los caballos.

Siaris se levantaba de inmediato y comenzaba a correr para seguirlos, pero cuando brincaba para saltar el riachuelo sentía como alguien la aventaba hacia atrás y ella caía de espalda en el pasto. Siaris se levantaba asustada, pues no veía absolutamente a nadie. Cuando iba a cruzar nuevamente el riachuelo escuchaba una voz)

VOZ:-- ¡No! No debes entrar ahí. No deben estar todos en el bosque, todavía no.

SIARIS:-- (Volteando a ver a todos lados buscando a la persona que le había dicho eso) ¡¿Quien te crees que eres para prohibirme eso, Mmmm?! ¡Contéstame!,¡mi hermana y mi prima están adentro de ese maldito bosque, y tú, que ni siquiera se quien eres, me dices que no puedo entrar a ayudarlas!

VOZ:-- No es tiempo de que sepas quien soy... (Siaris, sin importar que le había dicho esa voz, pisaba en el riachuelo para ir al bosque, pero al poner los dos pies en él, unas imágenes llegaban a su cabeza como un rallo atravesándola, Siaris retrocedía) Sí, lo que viste es cierto. Son tu hermana y tu prima perseguidas por...

SIARIS:-- (Asustada) Esos no son caballos... (Gritando y llorando) ¡No se quien eres, ni que es lo que quieres de nosotras, pero te pido que por favor las ayudes! (Una lágrima caía de su rostro al riachuelo, pero antes de llegar a él, se detenía. Siaris veía impresionada lo que pasaba y estiraba su brazo para ver si podía tocar su lágrima que parecía flotar.

Al tocar la lágrima, la mano de una persona se comenzaba a ver difusamente. Poco a poco el cuerpo comenzaba a aparecer, Siaris volteaba su vista hacia enfrente tratando de ver el rostro de la persona, al verlo no lo podía creer, pues era el rostro de Elías.)

SIARIS:-- (Incrédula) ¿Elías? (Haciéndose para atrás) ¿Qué es esto?

ELÍAS:-- No soy Elías. (Siaris se quedaba desconcertada, sin poder decir de que estaba hablando Elías) Tú sabes quien soy y también sabes que Andara y Arlett van a esta bien si tú no entras al bosque.
SIARIS:-- (Sabiendo quien es pero confusa) Eres... eres, Sa... (Un grito la interrumpía)

ANGÉLICA:-- (Gritando) ¡Siaris! (Elías y Siaris volteaban a ver quien era, al regresar la mirada hacia donde se encontraba Elías, Siaris veía que ya no estaba ahí) ¿Dónde se habían metido? Llevo toda la mañana buscándolos y nada, y ahora para colmo sólo te encuentro a ti.

SIARIS:-- (Limpiándose las lagrimas de los ojos) Perdón, pero es que...

ANGÉLICA:-- ¿Pero qué?, ¿Quiero saber dónde está Elías?

SIARIS:-- Fueron por las muchachas al bosque.

ANGÉLICA:-- Se perdieron.

SIARIS:-- No, los caballos se desbocaron e hicieron que entrarán al bosque para huir de ellos, así que no se cuanto se vayan a tardar.

ANGÉLICA:-- (Volteando a ver hacia el bosque) Pues no mucho por que ya vienen. (Siaris volteaba rápidamente hacia donde venían y caminaba a ellos sin cruzar el arroyo)

ISAAC: -- ¡Hey!, ¿Cómo les va?

ANGÉLICA:-- (Enojada) ¿Cómo nos va...? (Siaris la empujaba haciéndola a un lado y continuaba los regaños de Angélica)

SIARIS:-- ¿Que cómo nos va? Saben el susto que me han hecho pasar,... (Interrumpida por Angélica tenía que guardar silencio)

ANGÉLICA:-- Bueno ya, mejor vámonos Elías.

ELÍAS:-- ¿Irnos, a dónde?

ANGÉLICA:-- ¿Cómo que a donde?, pues a desayunar, para eso te he estado buscando toda la mañana.

ELÍAS:-- Gracias Angélica, pero no tenías que hacerlo. Ya tengo planes para hoy y mejor nos vamos chicos. (Todos se retiraban de ahí, dejando sólo a Angélica la cual se quedaba muy enojada por lo que le había hecho Elías)

ANGÉLICA:-- (Amenazante pero solo entre ella) Me las van a pagar. (Ya en el hotel se sentaban todos a descansar en la recepción)

ISAAC:-- Saben, tengo muchas ganas de salir de este lugar. (Volteando a ver a Elías) Sin ofender amigo.

ELÍAS:-- No hay problema. De hecho yo tampoco quiero permanecer más tiempo aquí. (Dara parándose rápidamente los volteaba a ver a todos)
DARA:-- Ya se, por que no salimos todos a pasear. A nosotras nos faltan muchos lugares por conocer, y ustedes ... pues ustedes quieren salir, así que por que no salimos juntos.

OMAR:-- Claro me parece una buena idea... (Después de irse a cambiar regresaban a la recepción para irse a pasear
Visitaban los museos, jardines, monumentos, parques, etc, etc, hasta que la noche caía.)

ISAAC:-- Les gustaría ir a cenar, cerca de aquí hay un lugar muy lindo, y pues...

ARIADNA:-- Nos encantaría, me muero de hambre, y conociéndolas, (Señalando a Dara y a Siaris) también se están muriendo de hambre. (Llegaban al lugar que era hermoso, y después de ordenar, esperaban un momento por lo que comenzaban a platicar)

OMAR:-- Y,... ¿ya saben cuando s e van a ir?

ELÍAS:-- No nos vayan a decir que mañana por que acuérdense que prometieron ir a la fiesta con nosotros.

DARA:-- Claro que vamos a ir, de hecho creo que nos vamos el sábado. (Viendo a Siaris)

SIARIS:-- Sí, el sábado nos vamos, ese día vienen nuestros padres por nosotras. Pero a la fiesta no podríamos faltar.

ISAAC:-- Que bueno que sí van a ir, y por cierto ¿ya tienen sus disfraces?

DARA:-- Claro.

ISAAC:-- ¿Y se puede saber de que son sus disfraces?, Bueno si no es mucha molestia.

DARA:-- No claro que no es ninguna molestia. Mira supongo que vamos a usar (Volteando a ve a las muchachas) los vestidos que la Abuela nos dio.

OMAR:-- ¿Regalo de su Abuela?

ARIADNA:-- (Viéndolo) Pues creo que la Abuela sabía de la fiesta, y antes de venirnos nos dio unos vestidos.

DARA:-- Sí, unos vestidos largos, de esos que se usan en los cuentos de hadas (sonriendo) o cosas por el estilo.

OMAR:-- Así que su Abuelita conoce este lugar. (Las chicas se volteaban a ver)

ARIADNA:-- Sí, nació aquí y desde años nos platica de las fiestas, los museos y de otras tantas cosas, pero ahora que recuerdo, nunca nos había contado de está, si no hasta... (Era interrumpida por el mesero que traía la comida.

Comenzaban a comer y se olvidaban por completo de la platica que había dejado a la mitad, por lo que la conversación continuaba con otro tema. Al terminar las chicas decidían irse a descansar, así que los chicos las acompañaban)

ELÍAS:-- ¿Les gusto el lugar?

SIARIS:-- Sí, es muy bonito.

DARA:-- Saben me gustaría ir a caminar, la noche está muy linda como para desperdiciar la ocasión .

OMAR:-- ¿Y a dónde quieren ir a caminar?

DARA:-- Sorpréndannos.

OMAR:-- (Exclamando) Sorprenderlas, creo que eso no se va a poder.

SIARIS:-- ¿No? ¿Por qué no?

OMAR:-- Por que ustedes nos llevaban siempre la delantera. (Las chicas se volteaban a ver apenadas)

ISAAC:-- ¡Ah! Pues si lo que quieren es caminar, entonces vamos por aquí. (Se desviaban del camino. Mientras caminaban Dara recordaba algo)

DARA:-- Oye Elías, desde hace rato te quería pregunta algo pero se me olvido.

ELÍAS:-- Te escucho.

DARA:-- ¿Quería saber por que me llamaste Arlett en el bosque? (Siaris volteaba a verlos y ponía atención a lo que estaban conversando)

ELÍAS:-- ¿Arlett?

DARA:-- Sí, me llamaste Arlett.

ELÍAS:-- ¿Segura que te llame Arlett? (Dara movía la cabeza afirmando)

OMAR:-- Otra vez con eso Elías.

ELÍAS:-- No se por que. Ya no me había pasado eso.

ARIADNA:--¿Qué Elías?

ELÍAS:-- Desde hace unas semanas he tenido unos sueños medio raros. Me veo con Isaac y Omar en el bosque, y hay otra persona nunca logro ver quien es, pero lo que siempre he visto y recordado a la perfección es cuando Omar me llama Savón, y al ver a una mujer tirada en fango corro angustiado y llorando le digo Astrid y los nombres de las otras personas siempre los recuerdo, Arlett, Xar, Andara y... y Neúfrates.

ARIADNA:-- Saben que, mejor cuéntennos más historias de este lugar. (Comenzaban a llegar al jardín trasero del castillo)

ISAAC:-- Pues, entonces comenzaremos con este lugar. (Entrando al jardín) Se dice que aquí era donde los príncipes les declaraban su amor a las princesas...

ELÍAS:-- O también, que era un jardín de descanso.

SIARIS:-- Se un poco más romántico, Elías.

ELÍAS:-- Está bien. Se dice que en las noches de primavera, las almas de los reyes, príncipes, princesas y reinas, regresan a este lugar. Algunas personas cuentan que han visto a los reyes riendo, y a las reinas compartiendo secretos cuando se hace la fiesta para recibir a la primavera.

DARA:-- O sea la fiesta que se va a dar mañana.

ISAAC:-- Sí. También dicen que en el bosque habita el alma de una mago malo y que el alma de dos príncipes se encuentran por todo este lugar y que no pueden salir de los alrededores hasta que...

ARIADNA:-- Otros terminen su trabajo. Esa historia ya la conocemos.

ISAAC:-- ¿Qué ya la conocen?

ARIADNA:-- Sí. Los príncipes son Savón y Neúfrates.

OMAR:-- ¿Y cómo saben eso?

DARA:-- Es de un cuento que la Abuela nos leyó..

OMAR:-- En verdad no es sólo un cuento.

ARIADNA:-- ¿Ah no?

OMAR:-- No. De hecho parte de la historia es real..

DARA:-- La Abuela nos dijo que la historia era verdadera, pero no nos dijo que partes si lo eran y que partes no.

OMAR:-- Bueno de hecho...

ELÍAS:--Se supone que soy descendiente del príncipe Savón. O sea que la existencia del príncipe es verdadera, pero las historias que se cuentas tras de él, no.

SIARIS:-- ¿Y quién es Astrid?

ELÍAS:-- Mi Padre me contó una vez, que el príncipe Savón y la princesa Astrid se iban a casar y que no pudieron consolidar su amor por que alguien los mató.

ARIADNA:-- Bueno por lo menos esa parte se parece algo a la versión de la Abuela, pero mejor les cuento algo que me paso y ayer que estaban contando las historias de lo que pasa en el hotel por éstas fechas me sorprendí, pues es algo que ustedes contaron. (Los chicos la volteaban a ver) Cuando dijeron lo del señor que se había aparecido en un cuarto a unas chicas, me quede perpleja, pues yo también lo he visto.

OMAR:-- ¿Que tú, qué?

ARIADNA:-- Sí, lo he visto. Estaba durmiendo en la cama junto a la ventana, y la ventana estaba abierta, así que empezó a hacer mucho aire. Me paré para cerrarla, cuando desperté vi a un hombre con armadura, se quito el casco y me dijo algo como que me estaba esperando, pero no dijo mi nombre, dijo otro. Estaba muy confundida por que ese hombre era idéntico a ti Omar. Pero después me espante horrible, comenzó a sacar un especie de cuchillo y yo no sabía que iba a hacer, hasta que vi que lo dirigía hacia mi.

SIARIS:-- Que buena historia, pero no asusta, así que por que no contamos algo más.

ARIADNA:-- No les estoy mintiendo me espante horrible, a demás Siaris tú nos contaste que también viste a un jinete, precisamente en este jardín. (Los chicos se volteaban a ver confundidos)

ISAAC:-- (Volteando a ver a Dara) ¿En serio lo viste?

DARA:-- (Agachaba la mirada ) Sí, lo vio. (Los chicos agachaban la cabeza con movimientos que hacían ver su preocupación) ¿Pasa algo?

ELÍAS:-- Por años en estas fechas, las apariciones en el hotel se han ido haciendo más frecuentes. Un día en la fiesta, una señora se acerco y me dijo “Debes tener cuidado hijo, la hora de terminar tu trabajo esta a punto de llegar”, yo sólo me quede pensando que querían decir esas palabras y al voltear para peguntarle por qué me decía eso a mí, la señora se había perdido entre la multitud.

OMAR:-- Y eso no termina ahí. Como ya les habíamos contado, el cuarto en donde están hospedadas ustedes, al parecer, es en el único cuarto en donde han ocurrido cosas muy extrañas.

ISAAC:-- Pero mejor ya no les contamos esas cosas que las pueden asustar. (De repente todo el castillo se alumbraba por luces que decoraban el castillo para la fiesta del día siguiente. Isaac volteaba a ver a las muchachas que estaban impresionadas por lo lindo que se veía el castillo) Saben de hecho este castillo siempre a tenido magia, misterio y sobre todo fantasmas del pasado, ya que muchas de las costumbre que tenía hace años, no se han perdido.

DARA:-- ¡Guau! Si esto es un día antes, entonces la fiesta a de ser fenomenal.

ELÍAS:-- Sí, todos los años se trata de recordar un poco de la historia de este pueblo, y sentir como si estuviéramos en la época de los caballero, las princesas, y todo lo que rodea a esa época.

ARIADNA:-- Así que la fiesta empieza desde hoy.

OMAR:-- Permíteme responderte eso en... (Volteando a ver su reloj) cinco, cuatro, tres, dos, uno. (Señalaba al cielo y fuegos artificiales comenzaban a alumbrar todo el largo del cielo) La fiesta a comenzado. (Las chicas no podía deja de ver el bailoteo de las luces que desfilaban cada vez que un estremecedor trueno se escuchaba)

ARIADNA:-- (Sentándose en una banca del jardín) No lo puedo creer chicos, esto es hermoso. (Siaris y Dara se acercaban y se sentaban junto a Ariadna. Algunos huéspedes salían a ver el espectáculo. Isaac se sentaba junto a Ariadna, al ver esto Ariadna se recargaba en él, Isaac la abrazaba.

Omar extendía su mano a Dara y la llevaba a unos cuantos metros de donde se encontraba Ariadna e Isaac. Omar se hincaba en el pasto para acostarse, viendo esto, Dara lo seguía. Mientras ellos hacían esto Elías se acercaba a Siaris y se sentaba junto a ella. Acercándose lentamente a su oído, Elías la tomaba de la mano)

ELÍAS:-- (Murmurando) Sabes hace mucho tiempo que he esperado este momento. (Siaris se quedaba paralizada. Elías la tomaba más fuerte de la mano, en ese instante Siaris sabía que no era Elías aunque su voz y su cuerpo lo eran, pero no sentía el más mínimo temor. Elías la tomaba de su cara y con una suavidad comenzaba a girarla para verla, Siaris bajaba la mirada) Se me había olvidado lo hermosa que eres... (Siaris subía su mirada y lo veía a los ojos tratando de averiguar quien era esa persona que se ocultaba en el cuerpo de Elías) ¿Pasa algo?

SIARIS:-- ¿Quién eres?

ELÍAS:-- ¿Crees que deba decirte eso? (Siaris no quitaba la vista de sus ojos, y moviendo la cabeza decía que si) ¿No sabes quién soy? (Siaris lo veía cada vez más fijamente)

SIARIS:-- (Dudando) No.

ELÍAS:-- ¿No?

SIARIS:-- No... (Inclinando su cabeza para verlo mejor dudaba) eres... (Se callaba un momento y decía lo que sabía con un suspiro) eres... Savón. (Ariadna escuchaba lo que Siaris decía en ese momento así que volteaba a ver que era lo que pasaba)

ELÍAS:-- Deben tener cuidado.

ARIADNA:-- ¿Savón? (Siaris y Elías la volteaban a ver) ¿Qué pasa Siaris? (Isaac volteaba a ver lo que ocurría)

SIARIS:-- ¿Qué?

ARIADNA:-- Dijiste Savón. (Siaris movía la cabeza negando lo que había dicho Ariadna) Siaris te escuche, dijiste Savón.

SIARIS:-- ¿Y qué tiene de malo que mencione ese nombre?

ARIADNA:-- Perdón tienes razón, es solo que siento como si todo esto ya lo hubiera vivido.

SIARIS:-- Sí, yo también. (Volteaba a ver a Elías)

ELÍAS:-- (Sin saber de que estaban hablando) ¿Qué paso?

SIARIS:-- (Perpleja) Nada Elías, una confusión. (Se levantaba de la banca. Dirigiéndose a las chicas) Saben estoy muy cansada, así que me voy al cuarto. Las veo después. (Dara y Ariadna se despedían) Hasta mañana chicos. (Omar e Isaac se despedían, mientras que Elías se paraba para acompañarla)

ELÍAS:-- ¿Te sientes bien?

SIARIS:-- En realidad no. (Elías la volteaba a ver como esperando a que le dijera la razón de su sentir. Siaris no decía palabra alguna hasta que entraban al hotel) Te puedo decir algo.

ELÍAS:-- Claro, puedes confiar en mí.

SIARIS:-- Estoy un poco confundida.

ELÍAS:-- ¿Por qué? (Siaris veía el hotel adornado para la fiesta, y veía que se estaban llevando acaba los últimos arreglos)

SIARIS:-- (Enojada señalaba todo su alrededor) ¡Por esto! (Se apresuraba a subir a su cuarto por las escaleras. Elías sin comprender veía los adornos y sin titubear corría para alcanzarla)

ELÍAS:--(Subiendo las escaleras) Siaris en verdad quisiera entenderte pero, no entiendo por que estás tan enfadada.

SIARIS:-- (En voz alta) Desde que llegue a este hotel no a sido otra cosa más que recordar el estúpido cuento que la Abuela nos leyó antes de venirnos.

ELÍAS:-- ¿Qué? Estás enojada por un cuento.

SIARIS:-- (En voz alta) Es que tu no entiendes. (Unos huéspedes pasaban por el corredor y veían, asustados, a Siaris y a Elías. Siaris bajaba la voz) Elías, no se que está pasando pero en momentos siento como si estuviera viviendo el cuento.

ELÍAS:-- ¿Qué?

SIARIS:-- Sí, como el arroyo junto al bosque, el hotel que es un castillo, el que sueñes con...

ELÍAS:-- No se que ocurre, pero te prometo por mi vida, que nada de esto te volverá a pasar. (Siaris lo volteaba a ver) Te lo prometo. (Elías la tomaba de las manos) Ahora vamos a tu cuarto a que descanses. (Llegaban al cuarto Siaris entraba al baño a refrescarse. Elías esperaba de pie, al voltear a la cama junto a la ventana veía algo sobre la cama, por lo cual se acercaba a ver que era) Siaris ¿y este libro?

SIARIS:-- (Saliendo del baño con una toalla en las manos) ¿Libro?

ELÍAS:-- Sí, estaba aquí. (Señalando la cama. Siaris veía el libro y se quedaba paralizada) ¿Estas bien? ¿Pasa algo? (Siaris se acercaba a la orilla de la cama y se sentaban)

SIARIS:-- Es el libro de la Abuela

ELÍAS:-- ¡Ah! (Sin tomarle mucha importancia)

SIARIS:-- No, es que tú no entiendes. Ese libro no lo trajimos nosotras. (Elías hacía gestos de que no comprendía)

ELÍAS:-- (Abriendo el libro) Pues no es el cuento que su Abuela les leyó.

SIARIS:-- ¿Qué?

ELÍAS:-- ¿El que les leyó tenía final?

SIARIS:-- Sí.

ELÍAS:-- Este tiene las ultimas hojas en blanco.

SIARIS:-- (Arrebatándole el libro para revisarlo) ¿Qué? (Lo comenzaba a hojear. En la primera hoja del cuento se encontraba una dedicatoria) ¿Qué es esto? (Elías se acercaba para leer lo que decía)

ELÍAS:- ¿Qué dice?

SIARIS:-- Dice: “El final lo escribes tú”, y esta dedicado por la Abuela. (Elías se hacía para atrás y suspiraba)

ELÍAS:-- ¿Y eso que quiere decir?

SIARIS:-- No lo se. (Se paraba) Oye no te he agradecido. Yo se que soy una tonta, al enojarme por algo que no vale la pena como lo es un cuento, pero...

ELÍAS:-- No hay problema, de hecho creo que no es ridículo tu enojo. Lo que necesitas es descasar un poco.

SIARIS:-- Tienes razón. (Siaris se detenía frente a Elías y le sujetaba las manos fuertemente) Gracias por escucharme, nadie lo había hecho antes.

ELÍAS:-- Cuando quieras. (Siaris soltaba sus manos y Elías se dirigía a la puerta para retirarse. Al estar en la puerta Elías daba la media vuelta y besaba tiernamente a Siaris. Esta no hacía nada) Hasta mañana. (Siaris se quedaba congelada en la puerta por unos segundos tratando de resolver lo que había pasado ahí. Después de un momento cerraba la puerta, y se preparaba para dormir.

En la madrugada, Omar dormía en su cuarto. Los árboles comenzaba a llorar por el fuerte viento que los golpeaba, abría lo ojos rápidamente pues una de las ventanas de su cuarto se había abierto. Se paraba a cerrarla y al estar de espaldas a su cama, una voz susurrarte se le clavaba en el oído. Omar volteaba para ver quien estaba en su cuarto pero no había nadie.

Seguía caminando hacía la ventana y escuchaba a alguien decirle: “Deben tener cuidado, su turno a comenzado” Omar daba la vuelta para ver quien había dicho eso, pero el cuarto estaba solo.
Sintiendo un poco de miedo Omar se apresuraba a cerrar la puerta y se volvía a acostar para dormir. Al estar profundamente dormido, tenía un sueño muy real. Se veía en medio del jardín que estaba atrás del castillo. Omar escuchaba ruidos de acero que golpeaban contra más acero, al voltear para ver que era lo que sucedía veía a miles de hombres con espadas, escudos, lanzas, machetes, etc., peleando unos contra otros.

Omar se paralizaba por toda la escena de muerte y sangre que se encontraba frente a él. De pronto alguien gritaba “¡XAR!” Omar volteaba a su derecha para ver quien era y veía a un hombre con una espada a punto de hundirla en su cuerpo, él sólo se quedaba estático sin hacer ningún movimiento para defenderse, cuando de la nada salía alguien poniéndose frente a él, recibiendo la espada que iba para Omar.

Omar reaccionaba para recibir en sus brazos a la persona que le había salvado la vida. Al ponerla en el pasto Omar veía que era Dara, rápidamente tapaba la herida que le habían hecho)

OMAR:-- Por Dios, Dara. ¿Qué has hecho? (Dara volteaba a verlo)

DARA:-- (Sin aliento) Xar, Astrid te necesita. (Dara comenzaba a respirar muy rápido)

OMAR:-- Dios mío, no por favor.

DARA:-- Xar, te necesitan, están en el bosque. (Comenzaba a toser y la sangre empezaba a salir por su boca) Ve a ayudarlos. (Dara tomaba el último aliento y moría.

Omar, no entendía por que le había llamado Xar, pero levantaba la mirada y poco a poco se ponía de pie. Al encontrase totalmente parado veía que sus manos tenían sangre que había derramado Dara, y unas pisadas fuertes que se dirigían a él lo hacían reaccionar rápidamente para ver que varios hombres se dirigían hacía él. En ese momento era despertado por Isaac)

ISAAC:-- Omar levántate, debemos ir al hotel. (Omar se paraba de golpe y sudando en frío, Isaac se separaba de la cama) ¿Estas bien?

OMAR:-- (Volteaba a verlo) Sí.

ISAAC:-- ¿Seguro que te encuentras bien?

OMAR:-- Sí, ¿por qué? (Isaac señalaba las manos y ropa de Omar, este al verse se sorprendía pues tenía sangre en toda su ropa y manos. Omar se levantaba rápido) ¡Por Dios!

ISAAC:-- ¿Seguro que te encuentras bien? (Omar se metía al baño para quitarse toda la sangre que tenía en sus manos, después se cambiaba rápidamente)

OMAR:-- ¿Has visto a Dara?

ISAAC:--No Omar, ¿En serio te encuentras bien? (Omar ,lo veía fijamente)

OMAR:-- (Saliendo presuroso) Sí, Isaac. Necesito que vayas a buscar a Elías, nos vemos en la recepción. (Omar se iba rápidamente al hotel a buscar a Dara para ver si se encontraba bien. Mientras tanto Isaac buscaba a Elías un tanto preocupado por lo que le hubiera pasado a Omar.

Ya en el hotel, las chicas todavía estaban en su cuarto)

ARIADNA:-- (Guardando sus cosas en las maletas) Ayer fue un día fenomenal, lo malo es que hoy es nuestro último día aquí.

DARA:-- ¡Hay por Dios! No te desanimes tanto, todavía no nos vamos, además en la fiesta pueden pasar muchas cosas.

SIARIS:-- Dara tiene razón, Ari. No debes ponerte así.

ARIADNA:-- (Desilusionada) Ya que me estaba emocionando con Isaac.

SIARIS:-- ¡Huí Ari! Eres una piñina.

ARIADNA:-- ¿Qué, ahora qué dije?

SIARIS:-- No importa, tienes mucha razón. Isaac es muy guapo y sí ayer hubiera estado todo el día con él, claro que me hubiera enamorado también.

ARIADNA:-- Pero no estoy enamorada de Isaac, solo me gusta.

DARA:-- Sí Ari, como no. Claro que estás enamorada, hasta te brillan los ojos cuando hablas de él o mencionas su nombre.

ARIANDA:-- No es cierto, es solo que... (Se callaba unos segundos)

DARA:-- ¿Qué Ari?

ARIANDA:--Que parece como si lo conociera de años. Cuando estoy junto a él... siento una tranquilidad tan grande y mi estomago comienza a sentir mariposas cuando lo veo venir. Es algo tan... tan hermoso. En verdad desearía que el sintiera lo mismo, pero bueno... por eso lamento que mañana nos tengamos que ir y yo no sepa que es lo que siente por mí.

DARA:-- Eso es maravilloso. No se como no nos pudimos dar cuenta de que Ariadna está completamente enamorada de Isaac, Siaris.

SIARIS:--Pues yo creo que Ariadna no es la única que esta enamorada en este lugar, Dara.

DARA:-- ¿Cómo que no es la única?

SIARIS:-- Tal ves no me di cuenta de que Ariadna estaba enamorada, pero de ti, me he percatado muy bien como se miran tú y Omar. Además la forma de hablarte, de tomarte de la mano, es muy lógico que se gustan.

DARA:-- (Levantándose de la cama) Siaris déjame decirte que estás completamente loca, no se de que hablas.

SIARIS:-- No te enojes. Yo solo decía.

DARA:-- Pues no digas nada.

SIARIS:-- Esta bien. Mejor cambio de tema.

DARA:-- Sí.

SIARIS:-- ¿Por qué (Acercándose a su maleta sacaba algo y volteaba a verlas) no me dijeron que se habían traído esto? (Las chicas veían que Siaris confundidas, pues traía el libro de la Abuela en la mano)

ARIADNA:--Yo no lo traje.

DARA:-- Yo tampoco.

SIARIS:-- No les voy a decir nada, simplemente quiero que me digan quién fue la que lo trajo.

DARA:-- Siaris es que de verdad no lo trajimos nosotras, si no ya te hubiéramos dicho.

SIARIS:-- (Agachando la mirada hacía el libro) Miren ayer este libro estaba aquí, en mi cama. Elías lo vio y además de todo, le quitaron el final.

ARIADNA:-- ¿Cómo que le quitaron el final?

SIARIS:-- Pues sí, no trae final. (Siaris les daba el libro)

DARA:-- (Hojeando el libro) Pero... (Leyendo la última página escrita) Siaris esto no estaba en el cuento que la Abuela nos leyó.

SIARIS:-- ¿Cuál?

DARA:-- Esto. (Comenzaba a leer) “Al estar en su cuarto la princesa Astrid notaba que el libro que su Abuela Ileine le había dado se encontraba en su cama, como si alguien lo hubiera hojeado.

Les peguntaba a sus damas si ellas lo habían agarrado pero sus respuestas eran negativas. Al final del libro la princesa Astrid encontraba un recado de su amado Savón que decía:
“Tus ojos, lunas de cristal; miran a los mío implorando la verdad.
Tú cabello negro como la noche, hacen que mis sueños sean un ligero parpadear.
Tus labios que incitan a besarlos, rompen con toda la coherencia de la paz.
Pero tú alma, tú alma es la que me incita a pensar, vivir, soñar, reír, llorar, y sobre todo a amarte con tanta libertad que hasta en otra vida te pueda encontrar”

Mientras Astrid y sus damas, Andara y Arlett, se alistaban para la fiesta, Xar las estaba buscando por todo el castillo para decirle algo muy importante a Arlett.

Subía las escaleras y veía que los guardias custodiaban el cuarto de la princesa Astrid donde se encontraba su amada Arlett. Xar, que era el caballero de más confianza del rey Matka y de el príncipe Savón, les daba las ordenes a los guardias para que se fueran de ese lugar. En ese momento tocaba la puerta fuertemente para que abrieran la puerta.

Y después ya no hay nada escrito. (Al terminar estas palabras, comenzaban a tocar fuertemente la puerta. Las chicas gritaban, después de unos segundos se reían de pensar en lo que habían hecho y Siaris iba a abrir)

SIARIS:-- Hola Omar.

OMAR:-- (Agitado) Hola Siaris, perdón por tocar de esa forma ¿las asuste?

SIARIS:-- No, bueno sí, bueno eso no importa pásate.

OMAR:--Se encuentra Dara, me urge verla. (Dara escuchaba a Omar y comenzaba a acercarse a la puerta)

SIARIS:-- Sí esta, adelante. (Dara lo observaba)

DARA:-- ¿Qué pasa Omar?

OMAR:-- (Comenzando a revisarla) ¿Estas bien, te duele algo, te sientes mal?

DARA:-- (Lo retiraba unos pasos) Omar cálmate, ¿qué ocurre?

OMAR:-- Perdón, estoy un poco alterado. Viene corriendo desde la casa para ver si te encontrabas bien y lo único que quiero saber por el momento es, cómo estas.

DARA:-- Ok, está bien, no te preocupes por mi, yo estoy muy bien.
SIARIS:-- (Acercando una silla, para que Omar se sentara) Por favor toma asiento.

OMAR:-- Gracias. (Tomaba asiento)

DARA:-- ¿Estás un poco más tranquilo? (Omar movía su cabeza afirmando) Entonces crees poderme explicar qué pasa.

OMAR:-- Sí.

ARIADNA:-- (Desde la cama) Bueno pues te escuchamos.

OMAR:-- Lamento, si las asuste, pero es que tuve un sueño donde Dara moría.

SIARIS:-- Bueno, ahora veo el susto, pero por qué la desesperación de saber sí estaba bien.

OMAR:--(Tomando aire) Cuando desperté, más bien cuando Isaac me despertó, lo vi un tanto preocupado por mi situación, señalo a mis manos y ropa, y pude ver que tenía sangre.

DARA:--(Asustada) ¿Qué? Sangre,¿de dónde?

OMAR:-- De ti. (Las chicas lo veían incrédulas de lo que estaba diciendo)

ARIADNA:-- ¿Qué, cómo que de ella? Estas bromeando verdad.

OMAR:-- No, en realidad no.

DARA:-- No te entiendo, puedes explicármelo.

OMAR:-- El sueño era tan real, que parecía como si en verdad estuviera ahí. Así que cuando recibí en mis brazos a Dara me manche con la sangre que tenía en su ropa y esas mismas manchas eran las que tenía en mi cuerpo. Por ese motivo vine presuroso, a ver como te encontrabas.

DARA:--Gracias por la preocupación, pero estoy bien, no me ha pasado nada. No amanecí con manchas de sangre, ni nada por el estilo.

OMAR:-- Me alegra saberlo, pero no se por que algo me dice, que esto no va a acabar aquí. (Dara tenía el libro en sus manos, comenzaba a hojear y a leer otra vez el libro, pero al comenzar a leer el libro tenía otras palabras ya escritas. Dara se quedaba boquiabierta, Pero no les decían nada , solamente leía.

Mientras las chicas y Omar platicaban, Isaac seguía buscando a Elías. Al salir para buscarlo en el campo, se daba cuenta de que se encontraba cerca el arroyo. Isaac comenzaba a caminar sigiloso para espantar a Elías.

Al llegar junto a él veía que Elías tenía los ojos cerrados)

ISAAC:-- (Gritando) ¡Elías! (Elías caía al arroyo, de inmediato se levantaba para tomar aire y ver quien había ocasionado que se mojase)

ELÍAS:-- (Saliéndose de arroyo) Isaac, me las vas a pagar.

ISAAC:-- No te enojes, además te tenías que bañar para la fiesta. (Elías se reía al verse todo mojado e Isaac le acompañaba. Después de unos segundos Isaac recordaba el por que de la búsqueda de Elías) Por cierto, es necesario que vayamos al hotel.

ELÍAS:-- Pasa algo, ¿todavía no están los arreglos o la comida no ha llegado?

ISAAC:-- No nada eso, en la mañana cuando desperté a Omar estaba muy mal.

ELÍAS:-- ¿Muy mal? Está enfermo.

ISAAC:-- No... su ropa y manos tenían sangre.

ELÍAS:-- ¿Qué? ¿Cómo que su ropa y manos tenía sangre?

ISAAC:-- Pues sí, me dijo que no estaba herido él, y después me pegunto por Dara, se limpio la sangre y salió corriendo a buscarla.

ELÍAS:-- ¿Y en dónde está en este momento?

ISAAC:--No se, pero me dijo que te buscará y que nos veíamos en la recepción.

ELÍAS:-- (Preocupado) Entonces vamos. (Elías e Isaac iban al hotel para buscar a Omar, pero él se encontraba todavía en el cuarto con las chicas.)

OMAR:-- No se, pero hay algo muy extraño en todo esto.

SIARIS:--¿Por qué?

OMAR:-- Desde que ustedes llegaron aquí, todo lo que pasa parece como si ya lo hubiera vivido Creo que ustedes trajeron magia a este lugar. (Las chicas comenzaban a reír) En serio ¿no me creen?

SIARIS:-- La verdad es que no.

OMAR:-- Les voy a explicar por que digo eso. ¿Alguna vez les a dicho Elías que ya sabía por quien iba al aeropuerto?

DARA:-- No, pero eso es lógico, mi Papá habló y dejo santo y seña de cómo éramos.

OMAR:-- Sí, me dejo santo y seña de cómo eran, pero yo a Elías nunca le dije como eran ustedes.

DARA:-- O sea que tú ibas a ir por nosotras.
OMAR:-- Sí, pero el Señor Vonded no me dejo ir, así que fue Elías. Yo sólo le dije que tenía que ir por las señoritas Litelman, y fue.

SIARIS:-- ¿Qué tratas de decirnos?

OMAR:-- Elías nos contó que un día antes las vio en un sueño, en donde se despedían de alguien y subían a un taxi. Después de irse una señora le pedía a Elías que las cuidara.

ARIADNA:-- No lo puedo creer. (Seguían platicando. Ya en el hotel Elías e Isaac entraban para buscar a Omar. Angélica los veía desde el otro lado del salón e iba a ver a Elías)

ANGELICA:-- Hola Elías. (Lo veía sorprendida) ¿Qué te paso?

ELÍAS:-- (Se veía su ropa mojada) ¡Ah, esto! Me caía al arroyo... (Viendo a Isaac) verdad Isaac. (Isaac se reía. Angélica solo los veía) Oye Angélica ¿has visto a Omar?

ANGÉLICA:-- Sí, lo vi subir. Se veía un poco preocupado.

ELÍAS:-- (Diciéndole a Isaac) Debe haber subido a su cuarto. Bueno pues gracias Angélicas. (Comenzaban a caminar hacia las escaleras)

ANGÉLICA:-- Oye Elías, y de qué vas a venir disfrazado a la fiesta.

ELÍAS:-- (Volteando a verla) ¿Perdón?

ANGÉLICA:-- (Se acercaba a Elías y le comenzaba a coquetear) Yo voy a venir disfrazada de princesa, tal ves tú... (Tocándole el pecho a Elías) puedas venir disfrazado de príncipe, así serías mi príncipe. (Elías movía su cuerpo pues le empezaban a dar escalofríos)

ELÍAS:-- Discúlpanos Angélica, nos tenemos que ir. Nos vemos en la fiesta. (Angélica se quedaba enojada por que no le había contestado Elías.

Isaac y Elías subían al cuarto. Cuando estaban a punto de tocar la puerta, está se abría. Del cuarto salían Omar y Dara primero, seguidos por Ariadna y Siaris)

ELÍAS:-- Hola, ¿a dónde van?

DARA:-- Hola Elías, hola Isaac. ¿Qué te paso Elías?

ISAAC:-- (Moviendo la cabeza para que le preguntará, apresurado continuaba la platica) Estamos buscando a Omar.

ELÍAS:-- Sí, estamos preocupados por ti. ¿Cómo es eso que tenían sangre en las manos y en la ropa? ¿Qué te paso?

OMAR:-- Yo también estaba preocupado, pero ya vi que Dara esta bien, así que no hay nada por que preocuparme.

ISAAC:-- Quisiera entenderte, pero no, no te entiendo nada.

OMAR:-- Les explico mientras bajamos a desayunar. (Comenzaban a bajar las escaleras y mientras tanto Omar les contaba su sueño y su preocupación.

Llegaban al final de las escaleras y las chicas se quedaban paradas al ver lo hermoso que había quedado todo el hotel para la fiesta)

DARA:-- (Caminado hacia el comedor) ¡Guau! Es sorprendente esto.

ARIDANA:-- Sí, nunca me imagine que podría estar en una fiesta, de un... ¿castillo?

ISAAC:-- Que bueno que les guste. Pero ahora vamos a desayunar que me muero de hambre, a demás nos tienes que terminar de contar que paso Omar.

OMAR:-- Sí lo termino de contar en el comedor. (Sentados en la mesa)

ELÍAS:-- Bueno ahora si termínanos de contar que paso. (Omar les contaba el sueño que había tenido. Isaac y Elías se quedaban sorprendidos. Por un momento la mesa se quedaba en completo silencio como tratando de entender que estaba sucediendo)

ISAAC:--Bueno pues, que sueño tan raro.

OMAR:-- ¿Raro? No, no fue un sueño, esto fue más que un sueño. No se pero alguien nos quiere decir algo. (Todos en la mesa solamente se veían como buscando quien les respondiera sus dudas sobre lo que había pasado.

Dara agachaba su cabeza para tomar su vaso cuando de repente muchas imágenes de hombres con escudos, lanzas y armaduras, mujeres con coronas, vestidos lagos, capas, etc., comenzaban a invadir su cabeza. Dara cerraba sus ojos y las imágenes se detenían. Mientras tanto los demás platicaban jocosamente sin percatase de que Dara estaba mal. Al voltear a verla, Siaris se percataba que Dara no se encontraba bien, pero no hacía nada para que los muchachos no se distrajeran.

Dara levantaba la cabeza y al abrir los ojos veía que las personas que había visto en las imágenes estaban ahí en el salón con ella. Volteaba a ver a la mesa y veía a Siaris con un vestido color champagne y bordados en dorado, en su cabeza traía un peinado alto y una pequeña corona que la distinguía de las demás damas del salón. Algunos guardias vigilaban las entradas, Omar llevaba solo el peto de la armadura y su casco se encontraba sobre la mesa, a la altura de la cintura llevaba un cinturón que cargaba una pesada espada. Al voltear hacía donde se encontraba Isaac, veía a una persona que no se distinguía bien, y Elías que se encontraba junto a Siaris portaba el peto de plata de una armadura y bajo el un suéter azul, una capa negra se dejaba ver por su espalda y una corona se encontraba en su cabeza.

Siaris veía que la mirada de Dara estaba perdida, así que la tomaba de la mano para que reaccionara, Dara parpadeaba y desconcertada veía a Siaris)

SIARIS:-- (Preocupada) ¿Te encuentras bien? (Al escuchar decir eso a Siaris, los chicos volteaban a ver a Dara y a Siaris)

OMAR:-- ¿Pasa algo? (Dara se tocaba la cabeza y la movía diciendo que no pasaba nada)

DARA:-- Creo que este desayuno tiene algo. (Los chicos se empezaban a reír. Después de un rato el Señor Vonded llegaba al comedor, buscando a los muchachos. Comenzaba a ver todo el lugar con la mirada y después de haberlos visto caminaba hacia donde se encontraban)

SEÑOR VONDED:-- Buenos días señoritas, (Volteando a ver a los muchachos) los estaba buscando.

ELÍAS:-- Perdón. Es que no habíamos desayunado, y ya que las señoritas iban a desayunar pues pensamos que... podríamos acompañarlas a ... (El Señor Vonded no dejaba que terminará de explicar por la mirada tan firme que tenía hacia los muchachos)

SEÑOR VONDED:-- Cuantas veces les he dicho que no deben molestar a los huéspedes.

SIARIS:-- No Señor, ellos no nos están molestando. De hecho nosotras los invitamos a desayunar.

SEÑOR VONDED:-- ¡Oh, perdón señorita! Pero no debió molestarse en invitarlos a desayunar.

SIARIS:-- Esta bien. Le puedo pedir algo Señor Vonded.

SEÑOR VONDED:-- Claro, lo que desee.

SIARIS:--¿Podrían terminar de desayunar los chicos, con nosotras?

SEÑOR VONDED:-- Claro. (Volteando a ver a los chicos) Pero los quiero en media hora.

ELÍAS:-- Claro. (Los chicos terminaban de desayunar tranquilamente y después de una rato se despedían)

OMAR:-- Bueno chicas, nos vemos en la noche.

ARIADNA:-- Sí, nos vemos. (Los chicos se iban) Oigan chicas falta mucho para la fiesta, y yo no quiero pasarme todo el día aquí.

DARA:-- Por que no salimos a comprar recuerdos para la Abuela.

ARIADNA:-- Me parece una gran idea. (Siaris pagaba y salían del hotel para visitar las tiendas del pueblo y compra los recuerdos.

Después de caminar y caminar visitando todas las tiendas del pueblo, regresaban al hotel, el cual ya estaba listo para la fiesta. Algunas personas habían comenzado a llegar disfrazadas al hotel, entre ellas todo el personal del hotel. El salón de baile ya estaba adornado, en las mesas se encontraban deliciosos platillos, fruta exótica y cualquier clase de pastelillos y postres.
Las chicas subían corriendo a su cuarto para comenzar a arreglarse. Dara se acercaba a la cama junto a ella se encontraba un baúl, lo abría y comenzaba a sacar los vestidos que la Abuela le había dado)

DARA:-- (Dándole su vestido) Ari, este es tuyo, este es el mío y Siaris aquí tienes el tuyo. (Siaris se acercaba a tomarlo para comenzarse a vestir. Después de un rato las chicas ya casi estaban listas.

Ariadna se estaba peinando, lucía hermosa como si fuera una princesa de verdad. En sus manos llevaba unos guantes lagos hasta el codo, color blanco que contrastaban con el color azul cielo que tenía el velo del vestido. El vestido era largo la tela era blanca y sedosa, pero encima llevaba velo azul cielo que combinaba con los ojos azules de Ariadna. Llevaba unas zapatillas blancas que acababa de comprar y usaba unos aretes de diamantes que formaban un corazón en la punta, los cuales le había regalado su Abuela en uno de sus cumpleaños. Su maquillaje era discreto pero hacia resaltar lo suave de su piel y el color rojo vivo que sus labios tenían. Su cabello estaba suelto y en medio de su cabeza se podía ver una media cola que estaba adornada con una muy pequeña peineta que le hacía juego con los aretes al formar un corazón en medio.

Dara por su parte ya estaba lista y mientras esperaba a las chicas escribía una carta, la cual no permitía ver Dara a las chicas. Su vestido era color lila, el cual lucía mucho por el velo asimétrico en color blanco y lila que salían de la pequeña cintura de Dara. Sus zapatillas eran color lila, y en su mano izquierda llevaba una pulsera que acababa de comprar. Su mano derecha se distinguía por un pequeño anillo, el cual llevaba una pequeña piedra color violeta, El vestido dejaba ver sus hombros y parte de su pecho que se adornaban por un pequeño dije y en sus oídos llevaba unos diminutos pendientes. El chongo que llevaba peinado, dejaba ver su cara más delgada y reluciente. El chongo lo había adornado con una kiara de pedrería fina. Su maquillaje era muy fresco los colores claros lucían muy bien en sus ojos miel y sus labios resaltaban bien con un poco de labial rojo que llevaba puesto.

Siaris por su parte se estaba terminado de maquillar. Su vestido tenía una tela muy suave, de un color rosa pastel que se podían confundir con el blanco del fondo. Llevaba unas zapatillas color perla. Sus accesorios no eran más que unos aretes largos que dejaban ver una perla al final y un anillo de perla que la hacía ver espectacular. Su peinado era un corazón hecho con su mismo cabello, que se adornaba con una pequeña kiara de joyería fina rosa y blanca que hacía juego con el vestido, su demás cabello se encontraba suelto. Su maquillaje la hacía lucir fúlgida sus ojos tenían una luz especial y toda ella emanaba alegría. Al terminar Siaris se levantaba y caminaba al centro del cuarto)

SIARIS:-- ¿Cómo luzco?

ARIADNA:-- Te vez muy bien.

SIARIS:-- Lo crees.

ARIADNA:-- Sí, hasta diría que cualquier chico caería redondito a tus pies. Bueno hasta Elías podría ser uno de ellos.

SIARIS:-- No empieces Ari.

ARIADNA:-- Perdón Siaris, pero eso es lo que yo quisiera, que Isaac note mi presencia.

DARA:-- Pero si Isaac nota tu presencia.

ARIADNA:-- Saben quisiera que me de un beso tan romántico que lo pueda recodar toda mi vida como si me lo estuviera dando de nuevo.

DARA:-- Sabes yo también quisiera que Omar me besara. (Siaris se quedaba callada escuchándolas, pero no decía ni una solo palabra. Las chicas la volteaba a ver como esperando que ella dijera algo)

ARIADNA:-- Siaris a ti no te gustaría que Elías te besara. (Siaris la volteaba)

SIARIS:-- Claro que me gustaría que me besara otra vez.

DARA:-- (Exclamando) ¡No!. (Siaris movía la cabeza afirmando lo que había dicho pero apenada por lo sucedido)

ARIADNA:-- (Acercándose a Siaris) ¡No te puedo creer!

DARA:-- ¿Dime cómo fue?

SIARIS:-- Fue ayer cuando subió a dejarme, ya se iba y de repente volteo y me dio un beso tan tierno, que no reaccione si no hasta segundos después que se había ido.

DARA:-- ¡Guau! (Viendo a Ariadna) Nos ganó.

ARIADNA:-- Y no has hablado con él.

SIARIS:-- He andado con ustedes todo el día, ¿cómo voy a poder hablar con él?

DARA:-- Tienes razón. (Pensando unos segundos) Eso no importa, pues en la fiesta pueden pasar muchas cosas.

SIARIS:--Espero que tengas razón, por que Elías me fascina, y no me gustaría dejar eso así nada más.

ARIADNA:-- Pues entonces hay que bajar para comenzar a romper corazones. (Las chicas se disponían a salir. En el salón del baile, los chicos hacían su entrada triunfal. Todas las chicas que se encontraban ahí los observaban, pues era tradición que ellos y sobre todo Elías, sacarán a bailar a una dama al anunciar su padre, el inicio de la fiesta.

Los chicos comenzaban a buscar con la mirada a las chicas por todo el salón, sin tener suerte, caminaban hacía donde se encontraba el Señor Vonded)

SEÑOR VONDED:-- Ya casi es la hora de empezar la fiesta, ¿ya decidieron con que damas van a bailar? (Los chicos se volteaban a ver y afirmaban con la cabeza) Pues entonces voy a dar el inicio a está fiesta.

ELÍAS:-- (Tomando por el hombro a su padre) ¡No!

SEÑOR VONDED:-- ¿Perdón?

ELÍAS:-- (Retirando su mano del hombro de su padre) No, todavía no llegan las señoritas.

SEÑOR VONDED:-- Pero Elías, hay docenas de señoritas en este lugar.

ELÍAS:-- Sí, pero las señorita que van a bailar con nosotros no han llegado. (Su padre suspiraba profundamente y se detenía unos segundos antes de hablar)

SEÑOR VONDED:-- Esta bien, pero si no llegan en cinco minutos las señoritas Litelman, empiezo.

ELÍAS:-- Gracias Padre. (Los chicos comenzaban a ponerse nerviosos al pensar que las chicas no llegarán, por lo que daban la media vuelta y comenzaba a hablar en voz baja. En ese instante las chicas entraban al salón y veían a lo lejos a los chicos que se veían extraordinariamente guapos con los trajes de caballero que llegaban a confundir la época que representaban, pero que los hacía ver gallardos y con un porte que un caballero debe tener. La gente se ponía impaciente y comenzaba a murmurar)

SIARIS:-- Que guapos se ven.

DARA:-- ¿Creen que nos estén esperando?

SIARIS:-- ¿Cómo crees? (Del otro lado del salón, el Señor Vonded las veía. Angélica se acercaba a donde estaban los chicos)

ANGÉLICA:-- ¿Los dejaron plantados? (Los chicos la volteaban a ver)

OMAR:-- No, claro que no.

ANGÉLICA:-- Si quieres puedo bailar contigo Elías.

SEÑOR VONDED:-- (Diciéndole a Elías) Voy a empezar la fiesta.

ELÍAS:-- Padre por favor solo un minuto más.

SEÑOR VONDED:-- (Haciéndole señas para que volteara a ver a donde se encontraban las chicas y que Angélica no viera) La voy a empezar.

ANGÉLICA:-- Pues entonces me bajo para que vayas por mí, Elías.

ELÍAS:-- Gracias Angélica, pero no va a ser necesario. (Los chicos lo volteaban a ver y Elías les hacía un movimiento con la cabeza para que dirigieran su mirada hacia donde se encontraba las chicas. Angélica volteaba y las veía furiosa, y se retiraba no por que dejara libre a Elías, si no por que iba a planear como vengarse de las chicas, sobre todo de Siaris)

ARIADNA:-- Miren están volteando para acá.

DARA:-- ¿Querrán algo? (Las chicas los veían pero no se movían de la entrada del salón. Mientras tanto el Señor Vonded daba inicio a la fiesta)

SEÑOR VONDED:-- Buenas noches, espero que en verdad se consideren libres de divertirse. Cómo pueden ver la luna nos llena de su magia y tenemos al clima de nuestro lado, así... ¡que empiece la fiesta! (Los músicos comenzaban a tocar una pieza de baile tranquila, pero las muchachas veían sorprendidas que nadie empezaba a bailar. Toda la gente veía hacia donde se encontraban los muchachos, esperando a que eligieran su pareja para bailar)

SIARIS:-- Esas palabras ya las había escuchado antes. (Las chicas la volteaban a ver)

ARIADNA:-- Tienes razón Siaris, son del cuento. (Siaris veía a Ariadna como sabiendo que estaba pasando. En ese instante los muchachos comenzaban a bajar los escalones de donde se encontraban. Las chicas ponían atención a lo que pasaba)

DARA:-- ¿Qué están haciendo? (Los chicos comenzaban a camina por todo el salón buscando a la chica con la que iban a empezar el baile. Todas las chicas que se encontraban ahí pedían que bailarán con ellas. Los chicos seguían caminando hasta que se detenían frente a ellas.

Siaris, Dara y Ariadna se volteaban a ver y los chicos le extendían su mano para que salieran a bailar con ellos. Así comenzaba el baile.

Después de ellos toda la gente que se encontraba en el salón empezaba a bailar)

OMAR:-- Te ves lindísima Dara.

DARA:-- Tu también te ves muy bien. (Por su parte Isaac veía a Ariadna como si lo tuviera encantado)

ISAAC:-- Luces hermosísima esta noche.

ARIADNA:-- Gracias, entonces si valió la pena tanto tiempo.

ISAAC:-- Si valió la pena. (Elías tomaba con mucha delicadeza a Siaris y se acercaba a su oído)

ELÍAS:-- Sabes... te ves preciosa con ese vestido. (Siaris lo veía a los ojos) Creo que soy la envidia de todos los caballeros de este salón.

SIARIS:-- ¿La envidia?

ELÍAS:-- Sí, todos quisieran estar en mi lugar para bailar con la bella dama que llevo como pareja.

SIARIS:--Gracias Elías, tu también luces muy guapo. (Transcurrían unos minutos y al estar bailando, las luces se apagaban. Todo el mundo gritaba, y mientras tanto en medio de todos los gritos, una voz que se escuchaba hueca decía: “Es hora de que terminen su trabajo”. Los chicos se quedaban atentos a ver que era lo que sucedía. Siaris volteaba a ver a Elías, mientras daba unos pasos para atrás.)

SIARIS:-- Nuestro trabajo a empezado. (Elías la volteaba a ver en medio de la oscuridad)

ELÍAS:-- ¿Qué? (Siaris agarraba fuertemente las manos de Elías pero alguien los separaba, Elías trataba de buscar a Siaris, pero era imposible por la inmensa oscuridad.

Las luces se prendían y Elías comenzaba a buscar a Siaris la cual ya no estaba. Elías volteaba hacia la salida del salón y los demás muchachos veían que un hombre se estaba llevando a Siaris a la fuerza. Elías corría para detenerlo pero no lo dejaban pasar)

DARA:-- (Alterada) ¿Quién era ese hombre?

ELÍAS:-- No lo se. Tenemos que ir por ella.

OMAR:-- ¿A dónde?

ELÍAS:--Sólo hay que ir, no se a donde.

ISAAC:-- Entonces vamos, ustedes chicas deben quedarse aquí. ¿Entendido? (Dara y Ariadna movían la cabeza afirmando y se quedaban paradas en medio de la pista viendo irse a los apuestos muchachos. Ariadna reaccionaba)

ARIADNA:-- Dara no podemos quedarnos aquí sin hacer nada por Siaris.

DARA:-- (Pensando unos segundos) Ven sígueme. (Las chicas subían a su cuarto y Dara tomaba el libro que había encontrado Elías y lo comenzaba a leer en voz alta) “En la fiesta el príncipe Savón le confesaba la preocupante situación que iban a pasar cuando la luna llegara a tocar el bosque.

La princesa Astrid se quedaba derrumbada por lo que acababa de escuchar, pero unos segundos después algo extraño pasaba en el castillo de Hin. La noche invadía también el interior del castillo, como si fuera hecho por magia.

La gente gritaba pues no sabían que estaba pasando, Astrid tomaba fuertemente las manos de Savón y alguien los separaba en el mismo instante en que la luz regresaba. Sus damas corrían hacía donde se encontraba el príncipe, el cual no sabía que había ocurrido, pues se habían llevado a la princesa.

Savón se quedaba un momento pensando que era lo que iba a hacer y lo primero que se le ocurría era ir a buscar a Neúfrates para preguntarle si él sabía a dónde se habían llevado a su amada.
Mientras Savón se dirigía al bosque, el Rey Matka preparaba sus tropas y hacía que los soldados y guardias de Hin sacaran a los invitados del castillo”. (En ese instante las chicas comenzaban a escuchar mucho ruido de caballos galopando con fuerza y gente gritando. Se asomaban por el balcón y veían que toda la gente que se encontraba en el castillo lo estaba abandonando)

ARIADNA:-- (Volteando a ver a Dara) Esto no esta bien. Debemos irnos de aquí. (Dara y Ariadna salían corriendo del cuarto para salir del castillo)

DARA:-- (Ya en recepción, le preguntaban a una persona) ¿Por qué están huyendo?

PERSONA:-- (Alterada) Guerra, estamos huyendo de la guerra. (Dara y Ariadna se quedaban paradas congeladas por las palabras que habían escuchado)

ARIADNA:-- Por Dios. El cuento.

DARA:-- Sí lo se. Ahora lo que tenemos que hacer es pensar que pasa después.

ARIANDA:-- (Dando la vuelta hacía las escaleras) Debemos regresa por el cuento.

DARA:-- (Gritaba, pues el ruido no dejaba que se escuchara bien) Ya no hay tiempo debemos salir de aquí. (Tomaba a Ariadna de la mano y salían corriendo del castillo.

Le daba la vuelta a Ariadna para que se pusiera frente a ella, y la sujetaba de los hombros fuertemente para que reaccionara) Ari, ayúdame a recordar que es lo que pasa después de que evacuan el castillo.

ARIADNA:-- (Tratando de pensar) Pues... Dios mío no se.

DARA:-- Necesito que recordemos, por que las dos conocemos el final. (Ariadna la veía)

ARIADNA:-- Esta bien. Van al bosque.

DARA:-- Entonces vamos. (Dara comenzaba a dar la vuelta, pero Ariadna recordaba algo más)

ARIADNA:-- (Sujetando a Dara) No puedes ir.

DARA:-- ¿Qué? (Dara volteaba a ver a Ariadna. Mientras tanto la luna tocaba el bosque y el ruido de trompetas daba inicio a la batalla)

ARIANDA:-- Dara te matan en el campo de batalla. (Volteaban hacia donde estaba el bosque y veían a miles de hombre salir corriendo de él. Dara recordaba el sueño que Omar había tenido, decidida veía a Ariadna)

DARA:-- No me voy a quedar aquí parada, esperando a que quien sabe quien, salve a Siaris y a los chicos. Tengo que ir a ese bosque pase lo que pase. (Daba la media vuelta y comenzaba a caminar rápidamente hacía los establos. Cuando Ariadna daba la vuelta para ir con Dara veía que miles de hombres salían corriendo también del castillo para enfrentar a los soldados de Kiata. Ariadna se apresuraba para llegar a los establos antes de que llegaran los soldados. En la entrada de los establos veían a Angélica llorando confundida)

ARIADNA:-- ¿Qué pasa?

ANGÉLICA:-- (Disculpándose y sollozando) Lo lamento tanto yo no sabía que esto iba a ocurrir.

ARIADNA:-- ¿De que estas hablando?

ANGÉLICA:-- (Sollozando) Cuando le pague a ese Señor, yo no sabía que había hombres con armas en el bosque.

DARA:-- (Haciendo a un lado a Ariadna y poniéndose de cuclillas para ver bien a Angélica) ¿Dónde esta Siaris? ¿Qué le hiciste?

ANGÉLICA:--(Llorando más fuerte) No lo se. Sólo quería vengarme con ustedes, más con ella por quitarme a Elías... y le dije a ese Señor que se la llevará al bosque para espantarla un poco pero... yo no quería que le pasará nada, yo no sabía que los estaban esperando.

ARIADNA:-- (Enojadísima levantaba a Angélica de un brazo) ¿Quiénes los estaban esperando?

ANGÉLICA:-- No lo se.

DARA:-- ¿Qué le paso a Siaris?

ANGÉLICA:-- (Llorando) Lo lamento tanto. Yo no quería que...

DARA:-- (Gritando) ¡¿Qué le paso?!

ANGÉLICA:-- La mató. (Ariadna y Dara se quedaban congeladas por lo que les había dicho esta Angélica. Su sangre se helaba y no podían ni respirar. Los latidos de su corazón se comenzaban a hacer lentos y sentían que el aire les faltaba)

ARIADNA:-- No puede ser. Cómo pudiste Angélica. (Dara se sentaba en el suelo desconcertada de lo que había escuchado)

ANGÉLICA:-- Lo lamento tanto. Por favor perdónenme.

DARA:-- ¿Y tú la viste muerta?

ANGÉLICA:-- ¿Qué?

DARA:--¿Qué sí tú la viste muerta?

ANGÉLICA:-- La vi tirada, y no respiraba.

DARA:-- Ari, vámonos. Siaris no esta muerta.

ARIADNA:--¿Qué?

DARA:-- ¿Qué es lo que pasa en el bosque cuando alguien muere en él?

ARIADNA:-- (Pensando) El alma se queda ahí.

DARA:-- Y el alma de Siaris es lo que están buscando. (Dara y Ariadna comenzaban a correr para sacar y preparar a trueno y a brisa)

ARIADNA:-- ¿No estarás pensando en montar tú sola, o sí?

DARA:-- Tenemos que hacerlo. Ayúdame a sacar a relámpago. (Ariadna iba por relámpago y al llegar veía que Dara se disponía a montar)

ARIADNA:-- ¿Dara, qué vas a hacer? (Dara se detenía y bajaba su pie)

DARA:-- Recuerdas que Omar presagio mi muerte.

ARIADNA:-- Sí.

DARA:-- ¿Y recuerdas lo que la Abuela dijo? (Ariadna la veía desconcertada pues no sabía de que estaba hablando) Acerca de que las almas regresan para terminar su trabajo.

ARIADNA:-- Sí.

DARA:-- Pues yo no termine el mío, ahora no puedo morir.

ARIADNA:-- ¿Qué? Estás loca. Si sales de aquí, te matarán.

DARA:-- Tendré que confiar en Arlett. (Ariadna la veía muy asustada y confundida por lo que estaba pasando) Y tú deberías confiar en Andara, se que van a terminar su trabajo a como de lugar. (Dara montaba a trueno)

ARIADNA:-- Dara, esta bien. No se lo que vas a hacer, pero lo que sea que hagas no voy a dejar que lo hagas sola. Iré contigo, esta bien. Ahora, ¿Cuál es tú plan?

DARA:-- Cuando llegue al arroyo, tú debes… (Y Dara continuaba explicando su plan.

En el bosque se veía como Siaris estaba tirada, despertaba poco a poco. Al quererse mover Siaris veía que sus pies y manos habían sido atados y que su boca la cubría una pañoleta blanca.
Siaris veía que frente a ella había una persona vestida con una gran túnica negra. De pronto esa persona volteaba a ver a Siaris. Siaris se quedaba congelada al ver que era Rasec. Rasec caminaba hacia donde se encontraba Siaris y la tomaba de su cara para que lo viera bien)

RASEC:-- Hola Astrid ya te olvidaste de mi. (Siaris cerraba sus ojos. Parecía que la estaban buscando, pues un grito con su nombre se escuchaba por todo el bosque. Rasec comenzaba a reír) Creo que la función ya empezó. Observa esto. (La cara de Siaris reflejaba la angustia, desesperación y el miedo que sentía al ver que estaba pasando a su alrededor.

Los árboles comenzaban a desaparecer, al terminar se podía ver el perfecto circulo que se había formado. Después los arbustos y el pasto alto que se encontraban ahí, comenzaba a disminuir dejando ver unas criptas todas ellas con epitafio. Rasec volteaba a ver a Siaris ) Genial, no lo crees. Las almas de todas estás personas dependen de ustedes, y yo no dejare que se vayan de aquí. (Los gritos buscando a Siaris se escuchaban cada vez más cerca) Y ahora solo falto yo. (Acabado de decir eso comenzaba a correr agua de un pequeño riachuelo hacía un precipitación que se encontraba frente a las criptas. El agua caía, pero al caer ya era lodo.

Rasec se subía y se colocaba a un lado del riachuelo, junto a una roca que se encontraba ahí, y utilizando su magia se convertía en un árbol viejo y seco. Escondía las criptas y al fin la persona que tanto buscaba a Siaris aparecía, era Isaac.

Isaac comenzaba a caminar sobre las criptas escondidas y todavía le gritaba a Siaris, ésta no lo veía, pero si había visto lo que Rasec había hecho, así que se tiraba en el suelo para poder arrastrarse e impedir que Isaac entrara en la trampa de Rasec.

Isaac seguía caminando y al ver que el pasto se movía, corría hacia allá. Veía que Siaris estaba tirada en el suelo y que sus pies y manos se encontraban atados, se hincaba y le quitaba la pañoleta de la boca. Siaris alterada le gritaba)

SIARIS:-- ¡Debes salir!

ISAAC:-- Sí, deja te desato para irnos.

SIARIS:-- Noooo. (Isaac veía a Siaris muy alterada, así que se detenía y se levantaba) Vete sin mí, sabes que no debemos estar todos aquí.

ISAAC:-- ¿Qué?

SIARIS:-- (Gritándole bruscamente) ¡Lárgate de aquí! (Isaac no sabía por qué Siaris no quería que la ayudara, pero sin preguntas hacia lo que le había dicho. Daba la media vuelta y comenzaba a caminar. Siaris llorando) Camina más rápido y no voltees para acá. (Isaac, caminaba más rápido pero al estar a punto de salir de ese lugar Rasec volvía a su forma natural y detenía a Isaac con magia.

Isaac se encontraba inmovilizado, sólo podía mover la cabeza, Rasec lo giraba hacia él y lo elevaba)

RASEC:-- Que bueno que llegaste Neúfrates, te estaba esperando desde hace mucho. (Mientras tanto en el castillo, Omar entraba corriendo a buscar al Señor Vonded. Al entrar veía que el castillo se veía diferente, había muchos guardias que resguardaban el castillo, y al irse aproximándose a donde se encontraban las escaleras, Omar se percataba que la vigilancia era mayor. Se ponía frente a las escaleras para ver como iba a subir, pues había dos guardias que resguardaban la subida. Al verlo los guardias abrían paso, Omar subía sin poder creer lo que había pasado.

Llegaba al cuarto del Señor Vonded, el cual también estaba resguardado)

OMAR:-- Necesito pasar. (Sin preguntar los guardias se retiraban de la puerta y Omar pasaba. Entraba al cuarto y veía que el Señor Vonded estaba en un rincón del cuarto pensando) Señor, perdón por el atrevimiento pero… ¿Qué ocurre?

SEÑOR VONDED:-- Sabes nunca pensé que esto fuera a ser… tan grave.

OMAR:-- ¿Grave? No entiendo que me esta diciendo.

SEÑOR VONDED:-- Alguna ves te pusiste a pensar por qué no te he dejado ir de aquí.

OMAR:-- No.

SEÑOR VONDED:-- Sabes que eres mi mano derecha. En ti siempre he confiado, y mi hijo te estima tanto que daría la vida por salvarte.

OMAR:-- Señor.

SEÑOR VONDED:-- Debes pensar que estoy diciendo incoherencias, pero es la verdad Xar.

OMAR:-- ¿Xar?

SEÑOR VONDED:-- Sí, Xar. Mi hijo Savón te necesita. Tal ves no nos volvamos a ver y si no es así, te pido que cuides como hasta ahora a Savón.

OMAR:-- No entiendo por qué me dice esto, en realidad no se que esta pasando aquí. (Omar agachaba la mirada y poco a poco el Señor Vonded se dirigía hacía las espaldas de Omar)

SEÑOR VONDED:-- Lo que pasa es que Kiata ataca el castillo. Ya Astrid y Savón se han ido, pero no se en donde estén. Necesitas buscarlos y cuidarlos.

OMAR:-- ¿Y Dara y Ariadna? ¿También se fueron? (Omar volteaba y ya no había nadie en el cuarto. Salía corriendo preocupado por Dara y Ariadna y veía que los guardias salían corriendo tras él. Omar se detenía en seco y todos los guardias tras el también se detenían.Dando la vuelta) Puedo preguntar ¿Por qué me siguen? (Todos los guardias y soldados se veían unos con otros, de pronto uno daba un paso adelante)

GUARDIA:-- Señor, usted siempre a sido la persona que en combate nos ha dado fuerza y esperanza ante las batallas más duras y crueles, y ahora nuestros servicios están a su disposición para la batalla con el reino de Amla.

OMAR:-- Eso quiere decir que harán todo lo que les ordene.
GUARDIA:-- Sí, Señor.

OMAR:-- Entonces necesito que me ayuden a encontrar a Dara y a Ariadna. (Los guardias lo veían desconcertados, pues no sabían de quienes hablaban)

GUARDIAS:-- Perdón Señor ¿a quienes? (A punto de contestar, Omar sentía que alguien se acercaba a él por detrás y murmurando decía)

PERSONA:-- Arlett y a Andara.

OMAR:--Que me ayuden a encontrar a Arlett y a Andara.

GUARDIAS:-- Sí, Señor. (Salían corriendo todos los guardias y soldados mientras Omar se quedaba parado pensando que había ocurrido segundos antes.

Omar daba la vuelta lentamente, al voltear veía sorprendido a una persona idéntica a él. Su doble comenzaba a acercase a Omar, cuando se encontraba a unos centímetros de Omar se detenía. Omar daba unos pasos hacía atrás)

OMAR:-- (Con voz temblorosa) ¿Quién eres? (Su doble no le respondía) Déjame pasar por favor. (Su doble lo detenía y lo aventaba hacía atrás)

DOBLE:-- No hasta que te diga que es lo que tienes que hacer.

OMAR:-- ¿Qué? ¿Quién eres?

DOBLE:-- Soy Xar. Y estoy aquí para ayudarte a terminar mi trabajo.

OMAR:-- ¿Qué?

XAR:-- Son dos cosas que no pude terminar y ahora tú debes ayudarme a hacerlo.

OMAR:-- Necesito ir por Dara, se que corre peligro.

XAR:-- Sí, corre peligro y mucho. (Omar lo veía cuidadosamente) Tú sabes lo que pasa, la viste con tus propios ojos morir en tus brazos, bueno en mis brazos.

OMAR:--¿Dara muere?

XAR:-- Si lo impedimos Arlett no tiene por que morir, ni tampoco Savón.

OMAR:-- Te escucho ¿qué tengo que hacer? (Xar explicaba lo que debía hacer para salvar a Arlett y a Savón, después de un rato comenzaban a salir del castillo para buscar a las chicas. Las chicas todavía se encontraban en los establos terminando de arreglar detalles para que no salieran heridas. Dara comenzaba a montar a brisa)

ARIADNA:-- Dara ten mucho cuidado por favor.

DARA:-- Lo tendré, tú también cuídate mucho. (Ariadna suspiraba profundamente y subía a relámpago. Dara daba la vuelta y salía a todo galope, detrás de ella Ariadna la seguía a paso muy veloz.
Al salir al jardín, veían que los hombres estaban luchando fuertemente y que los cuerpos de muchos de ellos yacían muertos y ensangrentados sobre el pasto. Dara se detenía y giraba a brisa para ver a Ariadna) Recuerda que pase lo que pase debes llegar al bosque, ¿Entendido?

ARIADNA:-- Entendido. (Salían rápidamente al campo de batalla. Dara iba delante de Ariadna, algunos de los soldados de Amla, las veían galopar hacía ellos, entonces un soldado corría para detener a Dara, se ponía frente a brisa y tomaba una lanza clavándola justo al paso de brisa. Brisa se tropezaba tirando a Dara de la silla, Dara daba unas vueltas en el pasto quedando boca arriba, brisa se iba del lugar.

Abría los ojos y veía al soldado parado justo en frente de ella, Dara se levantaba bruscamente para quitarse de ahí, pero el soldado desenvainaba su espada y la dirigía al cuello de Dara. Ariadna al ver esto se apresuraba para detenerlo, mientras que los soldados que habían dejado a Omar para buscar a las chicas iban corriendo a su ayuda. Dara se quedaba inmovilizada del miedo mientras que el soldado tiraba el espadazo, rápidamente Ariadna pasaba cerca de la lanza tomándola por un extremo. Al estar a punto de llegar la espada al cuello de Dara, Ariadna aventaba la lanza distrayendo al soldado.

El soldado volteaba a ver que era lo que ocurría, Ariadna detenía a relámpago de golpe, pues soldados del reino de Amla iban a ayudar a su compañero. Dara se levantaba y le decía con señas a Ariadna que se fuera al bosque, ésta seguía su camino. Los soldados del reino de Hin llegaban y comenzaban a combatir con sus contrarios.

Dara no sabía que hacer, y se quedaba en medio de la batalla parada, como si la hubieran congelando viendo morir y llorar a tantos hombres. Omar se encontraba luchando también, al tirar a uno de sus enemigos, giraba su cabeza viendo a Dara impactada por todo lo que estaba pasando)

OMAR:-- (Gritándole) ¡Dara! (Dara reaccionaba y volteaba a donde se encontraba Omar. Omar corría hacía donde se encontraba ella, pero no se percataba que un soldado iba tras su espalda. Dara veía al soldado, comenzaba a correr hacía Omar y con un grito desesperante lo llamaba.

Omar se detenía por las señas que Dara le hacía, daba la vuelta y veía venir a un soldado del reino de Amla con la espada dirigida a él. En cosa de segundos Dara llegaba, empujaba a Omar hacía atrás y se ponía frente al soldado, cerraba los ojos y veía las imágenes de lo que Omar había soñado.
Dara abría sus ojos y veía que el soldado de Amla estaba a punto de atravesarla con la espada. Dara se caía en los brazos de Omar sin decir nada. Omar la recostaba en el pasto. Mientras que el soldado que había dado el golpe, caía de rodillas al pasto y después moría.)

OMAR:-- Dara, (Xar llegaba y se ponía a un lado de Omar, veía que Dara yacía en el pasto y junto a ella, hincada, se encontraba Arlett) Dios..., que has hecho. (Arlett volteaba a ver a Xar)

DARA:-- Por Dios. (Volteando a ver al frente) Gracias Ari. (Ariadna se encontraba atrás del soldado muerto con la espada que lo había asesinado y con trueno a un lado)
ARIADNA:-- No hay por que.

OMAR:-- ¡Ahora vamos al bosque! (Dara se levantaba y se dirigían al bosque los tres. Cuando entraban al bosque alguien tomaba a Ariadna por la espalda)

ARIADNA:-- ¡No! Suéltame. (Omar y Dara volteaban y veían que un soldado del reino de Amla tenía amenazada a Ariadna con una espada)

SOLDADO:-- No se muevan a la mató.

DARA:-- Y que nos vas a hacer. (Omar daba unos pasos adelante, pero el soldado amenazaba más a Ariadna)

SOLDADO:-- Tengo ordenes de llevarlos al reino, vivos o muerto y eso es lo que haré.

DARA:-- Bueno, pues iremos, pero suelta. (Por atrás llegaba Elías y le ponía la espada en el cuello al soldado)

ELÍAS:-- Suéltala o...

SOLDADO:-- ¿O qué? (El soldado aventaba a Ariadna y comenzaban a pelear con Elías. Dara Omar y Ariadna comenzaban a irse para buscar a Siaris y a Isaac, pero el soldado aventaba a Elías tirándolo al suelo. El soldado volteaba hacía donde se encontraban Dara, Omar y Ariadna y la atravesaba por la espalda. Ariadna se detenía del dolor que sentía por la espada cruzando su cuerpo.

Elías se levantaba y gritaba furioso que no lo hiciera, pero ya era tarde. El soldado sacaba la espada del cuerpo de Ariadna la cual caía sin respirar. Dara y Omar corrían hacía ella mientras que Elías llegaba y sin piedad asesinaba al soldado. Después de eso Elías corría para ver como se encontraba Ariadna)

OMAR:-- Déjame ver, por favor. (Diciéndole a Dara. Omar no decía de la impresión)

DARA:-- ¿Qué pasa? Tan grave está.

OMAR:-- (Tratando de no llorar) No. Se pondrá bien, muy bien. (Omar levantaba la mirada y poco a poco se ponía de pie. Elías se levantaba y veía a Omar preocupado)

ELÍAS:-- ¿Qué pasa?

OMAR:-- Este no era su destino, tenemos que llegar con Isaac y Siaris, antes de que sea muy tarde. (Volteaban a ver a Dara y a Ariadna las cuales se veían muy mal. Mientras ellos se dirigían al bosque, Siaris e Isaac estaban siendo atormentados por Rasec.

Isaac y Siaris están flotando en el aire. Isaac volteaba a ver a Siaris y con sus ojos le de día que se tranquilizará)

RASEC:-- Me encanta verlos sufrir. Pero aún hay más. (Alzaba su mano y la cerraba, al instante Siaris e Isaac comenzaban a elevarse más. Siaris no podía decir nada por el pañuelo, pero su expresión mostraba más el miedo que tenía que si dijera una sola palabra.

Rasec comenzaba a reír por la mirada de pánico que Isaac y Siaris tenían. Después abría su mano y caían velozmente al fango. Al caer Siaris golpeaba su cabeza y se desmayaba, mientras que Isaac, adolorido, se levantaba)

ISAAC:-- ¿Qué diablos hemos hecho para merecer está tortura?

RASEC:-- Regresar aquí.

ISAAC:-- ¿Qué?

RASEC:-- Sí no hubieran regresado, si no hubieran dicho todo lo que dijeron. Si sus padres no hubieran asesinado a Ileine y a Artax.

ISAAC:-- ¿Qué...? (Mientras tanto los muchachos llegaban a las cercanías donde se encontraban Siaris e Isaac)

ARIADNA:-- Esto no está pasando, esto no está pasando... ¿verdad que no, Dara (Dara solo permanecía callada escuchándola. Mientras los muchachos planeaban que hacer, Andara se aparecía frente a Dara)

ANDARA:-- Tú no debes entrar ahí.

DARA:-- Pero ahí están Isaac y Siaris.

ANDARA:--Sí, pero tú no puedes morir, no debes morir.

DARA:-- (Molesta) No puedo creer que tú, me estés diciendo esas cosas. Tú quien amas a el hombre que está gritando, tú que darías la vida por tu hermana y amiga.

ANDARA:-- (En tono tranquilo) ¿Recuerdas el libro?

DARA:-- ¿Qué?

ANDARA:-- Sí, ¿recuerdas quien le dejó el libro en la cama a la princesa Astrid?

DARA:-- (Recordando quien había sido esa persona) Su Abuela, mi Abuela.

ANDARA:-- Ileine... (Dara recordaba por qué mataba Rasec a Astrid. La venganza que tenía contra el padre de Savón, por la muerte de su esposa Ileine y de su hijo Artax, lo habían llevado a pensar que si hacía sufrir a su hijo y a su amada, podría obtener así el descanso en su mente y corazón)

DARA:-- (Agachando la mirada) ¡Eso es, Ileine! Gracias Anda....ra. (Andara se había ido.
Mientras Ariadna planeaba que hacer, Elías y Omar decidían ya irse a terminar su trabajo. En ese momento Rasec, tenía a Isaac flotando por su magia)

RASEC:-- Ahora sí te mataré. (Comenzaba a apretar fuertemente a Isaac, este gritaba del dolor que sentía. Sus gritos estremecían a todas las criaturas del bosque y entre más lo torturaba Rasec, Isaac más clama por su muerte)

ISAAC:-- Sí me vas a matar, adelante, mátame. (Rasec se detenía un poco, y a que escuchaba el sonido de ramas quebrándose)

RASEC:-- Tenemos visitas. Su hora ya llego. (Mientras escondía a Siaris entre las copas de los árboles, Rasec hacía la tortura de Isaac cada vez era más y más espeluznante. Sus gritos se escuchaban más huecos y sin esperanza alguna.)

ELÍAS:-- (Volteando a ver a Omar) Nos tenemos que separar. Él me espera sólo a mí, así que no hagas ningún movimiento, hasta que estés seguro de que podrás derrotarlo. (Omar respondía que sí y partían, cada uno por diferente camino)

OMAR:-- Pase lo que pase, siempre seremos amigos ¿Verdad?

ELÍAS:-- ¿Lo dudas?

OMAR:-- No, lo afirmo. Nos vemos después. (Comenzaba a caminar)

ELÍAS:-- ¡Hey! (Omar volteaba) Cuídate mucho.

OMAR:-- Sí claro, tú también hazlo. (Elías acentuaba con la cabeza y comenzaba a caminar silenciosamente hacía donde se escuchaban los gritos atemorizantes. Cuando llegaba a ese lugar y veía a la persona que se encontraba ahí, se caía para atrás haciendo ruido. Savón se quedaba callado, pero unos pasos se escuchaban más y más cerca. Los pasos se detenían y poco a poco Savón alzaba la cabeza, frente a él se encontraba Rasec)

RASEC:-- Savón, te estábamos esperando, ¿verdad Neúfrates? (Isaac aún se encontraba sujetado y flotando por la magia de Rasec. Este cerraba su mano derecha y Savón comenzaba a levantarse como si lo tuvieran por el cuello. Rasec caminaba hacia Isaac y Savón lo seguía flotando.

ISAAC:-- Elías, ¿Qué haces aquí?

ELÍAS:-- Vengo a salvarte.

RASEC:-- Déjense de sentimentalismos. (Apretaba más el cuerpo de Isaac para que ya no pudiera seguir hablando)

ISAAC:-- (Con dificultad) Elías te juro que yo no sabía de esto.

ELÍAS:-- ¿Saber qué?
RASEC:-- Saber esto mi querido Savón. (Rasec les daba la vuelta poniéndolos justo en el charco de lodo que se estaba haciendo y subiendo sus manos los dejaba caer, Elías e Isaac gritaban despavoridos mientras caían. Ya en el lodo veían que comenzaba a burbujear por lo que caminaban para atrás pues no sabían el por que de las burbujas. De pronto del lodo comenzaban a salir unas lapidas con sus epitafios escritos. Los dos se quedaban paralizados viéndolas sin decir una sola palabra)

RASEC:-- Pero no se asusten no les dolerá. (En ese momento Omar llegaba al lugar y veía impresionado lo que estaba pasando, pero no hacía nada)

ELÍAS:--Rasec no se que es lo que debo saber con las criptas, si me lo explicas.

RASEC:-- ¡Inútil!, Los mataré a ustedes ¿qué tan difícil es comprender eso?

ELÍAS:-- ¿Qué?

RASEC:-- Me quedaré con tu reino Savón y con el tuyo también Neúfrates, se imaginan Hin y Amla juntos.

ELÍAS:-- ¿De que diablos habla?

RASEC:-- De que será un gusto quedarme con lo que es mío.

ELÍAS:--Yo entiendo.

ISAAC:-- Elías no somos nosotros solo nos han prestado los cuerpos pero las almas son de ellos. (Con la mirada Isaac señalaba hacia enfrente y Elías veía sorprendido que Neúfrates y Savón estaban esperando a que les cedieran sus turnos)

ELÍAS:-- (Diciéndoles a Neúfrates ya Savón) Termine sus trabajos, tomen nuestros cuerpos, nuestras vidas si es necesario. (En ese instante una luz que salía de entre los árboles atravesaba los corazones de Isaac y Elías, dejando en el él alma de Neúfrates y Savón)

RASEC:-- De que rayos hablas.

NEÚFRATES:-- De nada (Desenvainaba su espada y la dirigía a Rasec, el cual lo aventaba hacia unas rocas que se encontraban junto al arroyo)

RASEC:-- Todo lo que se puede hacer con magia. Lamentablemente todo está finamente planeado y ustedes no lo echarán a perder.

SAVÓN:-- Sabes que nosotros nunca te haríamos algo así...

RASEC:-- Pero sus padre si lo hicieron e hicieron mal, muy mal, pero yo lo merecía más que ustedes, ¡más que sus padres! Que solo son unos ladrones con suerte.

NEÚFRATES:-- (Parándose con dificultad) Pero... nosotros nunca hemos hecho algo así y menos nuestros padres.

RASEC:-- Ya te dije, sus padres si lo hicieron, ellos me quitaron lo que me correspondía, lo que habíamos acordado.

SAVÓN:-- ¿Los reinos? No ¡no puede ser! ¿Son tuyos?

RASEC:-- Sus padres mataron a Ileine mi esposa y a Artax mi hijo y por tus padres ya cobre venganza (Señalaba las criptas y en dos aparecían los nombres de sus padres)

NEÚFRATES:-- ¡Maldito!, ¿No te basta con la muerte de mis padres?, Para que el sufrimiento de tantas personas.

RASEC:-- Me quitaron todo lo que tenía, lo que amaba y yo les estoy quitando lo mismo, ahora solo faltan ustedes malditos. (Dara llegaba sin hacer ruido y caía hincada al ver lo que estaba pasando. Mientras tanto Omar se comenzaba a prepara para salir a atacar)

SAVÓN:-- ¡Yo no voy a morir por causa de mi padre! Y si lo hago va a ser luchando con honor y valor. (Savón corría hacia Rasec desenvainando la espada que traía, pero su intento era fallido, pues Neúfrates corría detrás de él para detenerlo)

NEÚFRATES:-- ¡No!, no lo hagas Savón. Sabes bien que no vas a acabar con él, por favor Savón no lo hagas.

RASEC:-- (Riendo) Este momento lo he esperado siempre y ahora... ¡morirán! (Rasec alzaba las manos y enseguida se escuchaba un trueno y comenzaba a decir un hechizo para matarlos, pero Omar se comenzaba a acercar hacía a Rasec, cuando éste bajaba sus manos, el soldado se detenía impresionado, pues Neúfrates y Savón comenzaban a elevarse. Dara se levantaba sorprendida)

DARA:-- (En voz baja) ¡Oh por Dios!

SAVÓN:-- (Nervioso) Nunca podrás vencernos.

RASEC:-- (Murmurando) No estén tan seguros. Cuando estaban a tres o cuatro metros sobre el suelo Rasec los aventaba contra unos árboles. Al caer Savón, buscaba a Omar para decirle que comenzará a atacar, pues algunos soldados ya se encontraban en posición)

NEÚFRATES:--(Sin aire) Eres un tonto Rasec, no sabes que esto es lo que queremos. (Se caía de rodillas junto al lodo)

RASEC:-- ¡¿Qué!?... eso no me importa, lo único que quiero es vengarme.

NEÚFRATES:-- Si lo se, pero eso es lo que queremos, que nos mates. Hazlo, ¡mátanos! , Si eso es lo que quieres,¡hazlo ya!.

RASEC:-- (Pensando por unos segundos) Neúfrates hasta que piensas. Es la mejor idea que has tenido en tu vida. (Omar desenvainaba su espada y cuando estaba a punto de llegar a Rasec, este se volteaba y lo amenazaba) Soldadito, soldadito. Eres un tonto, crees que no me di cuenta, tu Señor es muy obvio, ahora tendrás que morir tu también... (Rasec giraba la espada hacia a Omar con su magia y éste se quedaba inmóvil al ver su destino frente a él. A punto de encajarla en la yugular de Omar, Rasec se detenía al escucharlo hablar)

OMAR:-- Ya es tiempo de que pagues tú. (Movía un poco su cabeza y todos los soldados que los habían acompañado salían de entre los árboles)

RASEC:-- ¿Qué es esto?

OMAR – Es la hora de tu muerte. (Los soldados comenzaba a da batalla, pero era imposible llegar a él, ya que su magia hacía que los soldados fueran cayendo uno tras uno.

Al ver esta situación, Omar acercaba su espada al cuello de Rasec en un momento de descuido. Cuando Rasec sentía la punta amenazante de la espada detenía la magia.

Los soldados poco a poco se comenzaba a integrar a amenazar a Rasec con sus espadas. Savón se acercaba)

SAVÓN:-- Ahora es tu final. (Tomaba su espada que se encontraba en el fango y tomaba impulso para degollar a Rasec, pero este lo detenía con unas palabras)

RASEC:-- No tan rápido mi querido Savón, crees que no me prepare para este encuentro. Aún hay más... (Rasec dirigía su mano hacia unos árboles y Siaris salía por detrás de ellos flotando y con un pañuelo en la boca. Siaris se encontraba despierta y temerosa. Veía a su amado Savón pidiéndole ayuda)

SAVÓN:-- ¡No puede ser, Astrid! ¿Qué diablos te hizo ella para que la tengas aquí? (Rasec sacaba un puñal de su capa y volteando lo dirigía al corazón de Siaris. Savón desesperado gritaba que “no lo hiciera” al mismo tiempo Dara corría y gritaba con todas sus fuerza que no lo hiciera, pero ya era muy tarde. Siaris caía sobre la tierra agonizando. Savón corría hacia donde se encontraba Siaris, mientras que Ariadna se tiraba al suelo llorando desconsoladamente.

SAVÓN:-- (Quitándole el pañuelo) Astrid, ¿qué he hecho?, lo siento tanto amor.

DARA:-- (Llorando) Sabes lo qué haz hecho. (Refiriéndose a Rasec) Haz matado a tú nieta. (Rasec volteaba a ver a Ariadna)

RASEC:-- ¿Qué?

DARA:-- (Sollozando ) Recuerdas estás palabras: “Si sufrimos, tu sufres. Si morimos, tu mueres, y solo que el amor llegue a este lugar, tu odio desatado, revivirá a los amados...”

RASEC:-- ¡No!

DARA:-- Tú nos reviviste Rasec, en el cuento. Al principio no lo entendía, pero después todo fue tan claro. (Los soldados, Neúfrates y Omar escuchaban a Dara, mientras que Savón desconsolado pedía por Siaris. Dara comenzaba a caminar lentamente hacia Rasec) Nos uniste, y nos trajiste aquí al bosque. Los amados ¿quién más podrían ser? Dara o mejor dicho Arlett con Xar; Omar. Elías, perdón el príncipe Savón con su amada Astrid, mi querida prima..¿y tú?...

RASEC:--¡No! Ileine está muerta al igual que Artax.

ARIADNA:-- ¿Lo están?, o tú creíste que lo estaban.

RASEC:-- (Gritando confundidos) ¡Están muertos, están muertos!

ARIADNA:-- No, no es cierto y lo sabes. Tú los diste por muertos y ahora... has asesinado a tu nieta.

RASEC:-- ¡No eso no es cierto! Me estás tratando de confundir.

ARIADNA:-- Tu odio desatado, revivirá a los amados, y tu muerte por los vivos, al fin se dará” (Una luz salía de entre los árboles y atravesaba el corazón de Rasec. Rasec se quedaba paralizado, así que Omar aprovechaba y descargaba toda su furia contra él. Su espada le atravesaba el corazón a Rasec. Una luz deslumbraba todo el lugar al punto de cegarlos.

Al abrir sus ojos se encontraban en el baile, dentro del castillo. La vestimenta no tenía ni un solo rasguño y las manchas de sangre en la ropa ya no estaban. Toda la gente los estaba mirando bailar. Ariadna e Isaac se veían mutuamente y se abrazaban por lo ocurrido, lo mismo hacían Dara y Omar. Elías y Siaris se detenían y comenzaba a reír de felicidad ya que todo había acabado. Seguían bailando, y transcurridos unos minutos, las luces se apagaban. Todo el mundo gritaba, y los muchachos se espantaban ya que parecía que todo iba a comenzar. Siaris volteaba a ver a Elías, ella tomaba las manos de Elías fuertemente pero algo los separaba.

ELÍAS:-- (Gritando) ¡Siaris! (Las luces se prendían y Elías comenzaba a buscar a Siaris la cual ya no estaba. Elías volteaba hacia la salida del salón, pero tampoco estaba ahí y los demás muchachos corrían aterrados a ver que había sucedido.

Cuando estaban apunto de correr para comenzar la búsqueda, Siaris llegaba por atrás de todos sin que la vieran.

SIARIS:-- (Gritando) ¡Chicos! (Todos gritaban del susto) ¿A quién buscan? (Abrazándose comenzaban a reír pues todo había acabado.

La fiesta continuaba y ellos se divertían como si nunca hubiera pasado nada. Las chicas sabían que esa era su última noche con ellos así que vivieron cada segundo como ningún otro.

En la madrugada, en el camino a sus cuartos, los chicos las acompañaban para que no hubiera ningún incidente. Al día siguiente se escuchaba que alguien tocaba la puerta del cuarto de las chicas. Ellas no lo escuchaban. Así que los golpes eran más fuertes cada vez)

SIARIS:-- (Dormitando) Dara tocan la puerta abre. (Dara sin poder ni siquiera abrir los ojos se levantaba e iba a abrir la puerta. Abría la puerta)

DARA:-- Sí.

SEÑOR:-- Buenos días señoritas, perdón la molestia pero traigo una nota urgente para las Señoritas Litelman. (El Señor le entregaba la nota)

DARA:-- Gracias. (Cerraba la puerta y comenzaba a abrir el sobre donde se encontraba la nota. Al leer la nota Dara corría rápidamente al teléfono y marcaba a la recepción) Buenos Días, me puede decir ¿qué hora es?....las 8:00. Hay por Dios... Gracias. (Corría con las chicas y les comenzaba a quitar las cobijas) ¡Muchachas, rápido! No van a creer que hizo mi papá.

ARIADNA:-- (Entre Abriendo los ojos) ¿Qué hizo ahora? Nos anota en clases de ballet.

DARA:-- No , nos compró boletos.

SIARIS:-- ¿Y eso que tiene de extraordinario.

DARA:-- Que son para hoy. (Siaris y Ariadna se levantaban sin pensarlo don veces)

SIARIS:-- ¿Qué? (Acercándose a Dara) Déjame verlos. (Mientras los veía Ariadna se acercaba) No lo puedo creer para las doce.

DARA:--Sí.

ARIADNA:-- Déjame ver eso. (Veía lo boletos)

SIARIS:--¿Y cuantas horas tenemos que estar antes?

ARIADNA:-- Dos horas, más el tiempo del transporte de aquí para allá.

SIARIS:-- (Agarrándose la cabeza) Hay papá, por que nos arruinas todo.

DARA:-- Nos tenemos que dar prisa para verlos aunque sea unos minutos. (La primera en estar lista era Siaris)

SIARIS:-- Muchachas, voy a ver si se encuentran abajo los muchachos. Ok.

ARIADNA:-- Sí, ve y búscalos. (Siaris bajaba a buscarlos. Buscaba en los establos pero no se encontraban ahí, después en el jardín, en el campo, en la cafetería, en la recepción, en el bar pero no los encontraba. Cuando estaba a punto de regresar veía que el Señor Vonded estaba en el mostrador de recepción, así que iba)

SIARIS:-- Buenos días Señor.

SEÑOR VONDED:-- Buenos días Señorita.

SIARIS:-- Disculpe que lo moleste pero no sabe en donde se encuentran los muchachos.

SEÑOR VONDED:--Pues en el hotel le aseguro que no. Ayer se fueron a su departamento y no regresan sino hasta las 11.

SIARIS:-- ¡Auch!

SEÑOR VONDED:-- ¿Pasa algo?

SIARIS:--Sí. Hace un rato recibimos una nota urgente de mi papá y nos dice que hoy debemos salir en el avión de las doce, por que aparto los boletos, y que no hay cambio de hora.

SEÑOR VONDED:-- Eso si es un tremendo, ¡auch! Un Señor me dijo que les diera esto por favor. (Le daba una nota y la abría para leerla)

SIARIS:--¡Sí! ¡Qué bien!

SEÑOR VONDED:-- Señorita, ahora que lo recuerdo los muchachos me dijeron que las veían a las 10 en el arroyo.

SIARIS:--¿De verdad?

SEÑOR VONDED:-- Sí.

SIARIS:-- Gracias. ¿me puede hacer un favor?

SEÑOR VONDED:-- Dime.

SIARIS:-- Les puede hablar a las muchachas y decirles que ya no nos vamos y que las espero en el comedor.

SEÑOR VONDED:-- Claro con mucho gusto. (Siaris se iba al comedor. Las chicas llegaban minutos después al comedor y llegaban preguntando que había pasado)

ARIADNA:-- ¿Qué paso, por qué ya no nos vamos?

SIARIS:-- Lean está nota. (Leían la nota)

DARA:-- No lo puedo creer, mi papá escribiendo esto.

SIARIS:-- Sí, y ¿Qué creen?

DARA Y ARIADNA:-- ¿Qué?

SIARIS:-- Que los chicos nos esperan a las 10 en el arroyo. (Las chicas se quedaban platicando mientras tanto en el departamento de los chicos ellos se estaban alistando)

OMAR:-- Y ahora ¿Qué creen que pase con las chicas?¡

ISAAC:-- ¿Tú qué quieres que pase?

OMAR:-- Pues... Saben lo estuve pensando tanto que no se si hacerlo o no.

ELÍAS:-- Oigan ¿Qué hubiéramos hecho si las hubiéramos perdido ahí, en el bosque? (Los chicos se quedaban pensando)

OMAR:-- ¿Tú qué hubieras hecho?

ELÍAS:-- Morir, tal ves. No lo se. Pero hay que apurarnos si no vamos a llega tarde. (Los chicos se apresuraban. Después de unos minutos en el hotel, las chicas ya se comenzaban a dirigir al arroyo. Al salir del castillo las chicas veían que los chicos ya las estaban esperando. Al acercarse más veían que los chicos llevaban unas flores para ellas. Elías daba unos pasos adelante)

ELÍAS:-- Pensamos que no habían recibido nuestro recado.

SIARIS:-- Por poco no, pero eso no importa, ahora ya estamos aquí.

OMAR:-- Se han de preguntar que hacemos aquí, pues les explicaré. Consideramos que es bueno ir a darles las gracias a las personas que murieron por salvar a nuestros antepasados y a nosotros ayer. (Los chicos les daban las flores y comenzaban a adentrase al bosque.

Al llegar a donde se encontraba el círculo, veían que todas las criptas se encontraban ahí. Un cementerio enorme yacía en medio del bosque y nadie, por años lo había descubierto, así que los chicos se hacían preguntas)

SIARIS:-- Increíble que todos estos hombres murieran por...

DARA:-- Por nosotros.

SIARIS:-- Sí, por nosotros. (Se hincaba a ponerle las flores a la tumba de Astrid, y los muchachos hacían lo mismo con las demás) Descansen en paz. (Y se iban, pasaban varios días y las chicas se encontraban preparando sus maletas, se escuchaba como tocaban la puerta. Dara iba a abrir y eran los chicos)

DARA:-- Hola, pasen.

OMAR:-- ¿Preparándose?

DARA:-- Sí, nos van a ir a dejar.

OMAR:-- Claro, no podríamos no hacerlo.
DARA:-- Ok. Pues entonces ayúdennos a guardar esto. (Al terminar de empacar, salían hacia el aeropuerto. Al llegar Ariadna, Siaris, Elías e Isaac se adelantaban y Dara se detenía, por lo que Omar volteaba)

OMAR:-- ¿Pasa algo?

DARA:-- Ten... (Le daba la carta que había escrito el día de la fiesta) La escribí en la fiesta y hace mucho te la quería entrega, pero no me había dado valor.

OMAR:-- (Volteándola a ver) Gracias, (La recibía y la comenzaba a abrir para leerla. Dara caminaba a dejar sus maletas y a irse preparando para el abordaje, mientras Omar terminaba de leer la carta. Para el decía) Yo también te amo. (Pasaban unos minutos y los chicos se comenzaban a despedir, pues era la hora de que las chicas abordarán para irse. Omar, Isaac y Elías se quedaban muy tristes, cuando las chicas estaban a punto de abordar, los tres al mismo tiempo decían)

LOS TRES:-- Cásate conmigo. (Las chicas volteaban)

ARIADNA:-- ¿Qué?

ISAAC:-- Queremos...

OMAR:-- Lo hemos pensado y...

ELÍAS:-- No las podemos dejar ir.

SIARIS:--Sí.

ELÍAS:--¿Qué?

SIARIS:-- La respuesta es sí. (Elías se acercaba y la besaba, mientras que Dara y Ariadna respondían)

DARA:-- Pensé que nunca lo dirías. Sí claro que quiero casarme contigo, Omar. (Omar la cargaba y la besaba)

ISAAC:-- ¿Y cuál es tu respuesta Ari?

ARIADNA:-- No te voy dejar escapar nunca. (Ariadna lo besaba)

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